Poema Lágrima de Víctor Hugo López Cancino



Nació en mí, de mis sentimientos,
de mi felicidad o de mis tormentos,
como nace el pájaro, como nace la flor,
como nace el odio o como nace el amor.

Surgió así tan instantánea, tan de repente,
al meditar las cosas que pasan por mi mente,
quizá el pensar alguna idea loca
se apresuró a surgir, hasta llegar a mi boca.

El sabor que tenía era entre dulce y salada,
mas no emergió sola, muy pronto acompañada
de otras, que parecían dirigir una cascada
que brotaron de mis ojos, sin decirme nada.

Lágrima de amor, lágrima de alegría,
lágrima de tristeza o de melancolía,
si no estuvieras conmigo, mi alma gritaría
pues eres desahogo para esta vida mía.



Poema El Mar de Víctor Hugo López Cancino



Como invento de la mano divina,
que se parece al cielo sin llegar a serlo,
como bailarín con su danza matutina,
que todos los delfines se gozan de tenerlo…
así es el mar.

Cantando sus hermosas melodías,
que se acompañan del atardecer y sus encantos
y mezclan sus hermosas sinfonías,
envolviéndose en las aguas cual si fueran mantos…
así es el mar.

Pareja de la luna que vive enamorada,
desprendiendo destellos de amor y de esperanza,
hogar de los peces y la sirena adornada
con algas de ternura y de confianza…
así es el mar.

Como espía que no duerme y que vigila
al anochecer que se acerca tiernamente,
como escenario que abre sus cortinas
y que luego las cierra lentamente…
así es el mar.



Poema Oración A La Virgen De Las Angustias de Víctor Corcoba Herrero



Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Nos descubrimos ante Vos, reina de la Vida.
Todo el pueblo de Granada está contigo.
Contigo y con los versos poblados de Evangelio.
¡Tú eres la llena de poesía!
El verso más níveo y el universo más nieve.
La rosa más rocío y el rosal más enrojado.
El jardín siempre vivo y la Vida en la vida.

Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Nos arrodillamos ante Vos, reina de la Luz.
Desde tu inmaculado y purísimo manto
descúbrenos la gracia del cielo
y danos la paz en donación,
ante el diluviar de tormentas y tormentos.

Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Nos postramos ante Vos, reina del Amor.
En silencio y soledad pedimos tu amparo
y acogida, porque cada noche
es más difícil amanecer en la tierra.

Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
Virgen de las Angustias, la que siempre mora
sin demora en la Carrera, Virgen fraterna
y fecunda, protectora de Granada,
redímenos el desconsuelo de no hallar
consuelo y remédianos el cansancio
a tantos desalientos, con granadas de aliento.

Madre, que portas al Hijo, ¡Madre!
¡Oh Madre del Verso que habitas en Granada!,
no descuides estas cuitas,
y cuídanos a pesar de los pesares,
del peso de violencias y del poso de vicios,
que amasamos y manoseamos;
tú que haces próximo a nosotros
el amor tan eterno como tierno
de tu Hijo Resucitado, Salvador nuestro,
alcánzanos ser dignos de Dios y a Dios llegar.
Amén. ¡Jesús!



Poema Niños Pobres Y Niños Ricos de Víctor Corcoba Herrero



La acogida, el amor, y el servicio al niño,
nota distintiva de las familias cristianas.
(Juan Pablo II.-
Exhortación apostólica postsinodal Familiaris Consortio,
noviembre de 1981)

Los niños del mundo pobre,
se les recluta para ser escudos,
se les arma para ser guerreros,
se les adoctrina para ser leones,
y a cambio de pan, reciben odio,
que les mutila la sonrisa del alma.

Los pobres niños del mundo rico,
abandonados a sí mismos
y a sus instintos del vicio,
viven tan ociosos como vacíos,
entre computadoras
que hablan,
pero no sienten,
en una casa donde los padres
viven cada uno a su manera,
sin tiempo para sus hijos,
sin deber educativo alguno,
tan sólo el derecho
a traerle una cosa cada día.

Ante preocupante atmósfera,
dispongo y propongo,
por orden del corazón,
acorazado por el desorden,
lo que sigue:
Que al niño se le trate como niño,
que los padres multipliquen el amor,
y que el mundo divida los panes.

Porque…
la familia debe ser para los niños,
el primer latido de paz,
y el mundo,
el primer verso de amor.



Poema Los Deberes De La Vida de Víctor Corcoba Herrero



Vivir el día a día,
y en el día vivir:
cortés en las formas,
gentil en el fondo;
para donarse a la existencia
y darse vida en la vida.

Haré una buena acción
y no lo diré a nadie
y no lo echaré en cara
y no diré sí,
sí tengo que decir no.

Nada de prisas ni de pausas,
y si muchas risas y rosas,
para que el amor
tenga su poso de paz,
al igual que el cauce del río,
rimas que donen aire.

Que la risa es para el mundo
lo que el beso del sol
para la flor,
lo que el beso de la luna
para el verso de la noche.

Me niego a estar disponible
para el odio,
me niego a estar ocupado
por la violencia,
me niego a no ser yo.

El yo en la poesía es el otro,
una manera de vivir,
una moneda sin cambio,
una entrega sin condiciones,
y una condición sin límites,
el amor de amar amor.

Por todo ello, Dios:
Ven a mis soledades
aunque no me sienta solo,
ven a mis silencios
aunque pase de tu voz,
ven a darme cobijo
aunque no lo merezca,
porque haya suspendido
los deberes de la vida
y no tenga derecho a nada.



Poema La Verdad de Víctor Corcoba Herrero



Hay que defender la paz a todo trance
y trenzar trazos de versos,
que aniden en la verdad y bondad.

Para de la verdad beber y vivir,
esta receta:
escucha y no escarches,
observa y no reserves,
ama y no llames, ¡ama!.

Las guerras son inútiles,
generan odios y adioses.

Lo esencial es estar bien
consigo mismo
para estar bien con los demás,
y declarar al enemigo amigo.



Poema La Paz Conlleva Respeto de Víctor Corcoba Herrero



Digo que la paz se reduce al respeto
de los derechos del hombre
y se somete a la devoción
de que nadie es más que nadie
y de que nadie es menos que nadie
y de que todos somos alguien.

La paz se reafirma en el amor,
previo firmar la consideración
de adoptar una actitud de diálogo
y una aptitud de poeta.

Porque el poeta es la transmisión del yo,
se ratifica siendo para los demás,
lo que se es para uno:
un valor sin fronteras
y un frente sin valor de mercado.

Porque la paz no se puede construir
en falso, hay que llamar
a la armonía de los aires
para que limpien las discordias.

Lo primero es citarse
con los enemigos
y declarar la amistad
como horizonte
para todos los tiempos y edades.

En cielo tranquilo, sale el sol,
y al igual que en el mar,
a su paso, todo lo calma.

Porque todo pasa,
sólo la dulzura permanece.
Lo esencial es quedarse sin armas,
con el alma en donación,
para bañarse de versos
y declarar el estado del gozo.

Porque el gozo de la paz
es un mar siempre lleno
de níveas sonrisas,
tan puras como las de un niño
y tan inmensas como el cielo.



Poema La Libertad de Víctor Corcoba Herrero



Toda acción bélica es abusiva,
por la reacción de odio que genera,
por su terror, bandera que abandera,
por el desamor de llamas que aviva.

Toda intriga bélica es revulsiva,
crea mal y repele alma sincera:
es necio modo de humanizar fiera,
de amparar derechos de forma altiva.

Pido ser y actuar como el aire terso.
Ninguna guerra es justa, todas llanto,
rematan la quietud del universo.

Porque la paz, el más sublime canto
a la existencia, mar de amor inmerso,
verso es de libertad, beso de santo.



Poema El Amor de Víctor Corcoba Herrero



Digo que la paz se reduce al respeto
de los derechos del hombre
y se somete a la devoción
de que nadie es más que nadie
y de que nadie es menos que nadie
y de que todos somos alguien.

La paz se reafirma en el amor,
previo firmar la consideración
de adoptar una actitud de diálogo
y una aptitud de poeta.

Porque el poeta es la transmisión del yo,
se ratifica siendo para los demás,
lo que se es para uno:
un valor sin fronteras
y un frente sin valor de mercado.

Porque la paz no se puede construir
en falso, hay que llamar
a la armonía de los aires
para que limpien las discordias.

Lo primero es citarse
con los enemigos
y declarar la amistad
como horizonte
para todos los tiempos y edades.

En cielo tranquilo, sale el sol,
y al igual que en el mar,
a su paso, todo lo calma.

Porque todo pasa,
sólo la dulzura permanece.
Lo esencial es quedarse sin armas,
con el alma en donación,
para bañarse de versos
y declarar el estado del gozo.

Porque el gozo de la paz
es un mar siempre lleno
de níveas sonrisas,
tan puras como las de un niño
y tan inmensas como el cielo.



Poema Buscando A Dios de Víctor Corcoba Herrero



«Estas son tres formas elementales de la experiencia de Dios
y de la relación con Dios;
nosotros vivimos por obra de Dios,
ante Dios,
y podemos vivir con Dios»
(Gerhard Ebeling, «Sui Salmi», Brescia 1973, p. 97).

A Dios hay que buscarle
en el verso de la vida,
en la vida sigilosa
y en los latidos del alma.

Dios se halla en la pureza
del cielo y en el culto
a la verdad más nívea,
y en la luz más etérea
del eterno y cautivo verso.

Porque…
por amor, Dios creó al mundo,
y del mundo es su Señor,
manantial de orden moral,
río de alegría y mar de gozos.

A Él se llega
con las manos inocentes
y el corazón limpio,
con los labios abiertos
al lenguaje de la autenticidad,
con el abecedario de la entrega
a los últimos
y con los bolsillos vacíos.

Sólo Dios nos ama
con un amor alto y vivo,
comprensivo y paciente,
como un Padre amoroso,
que no tiene otro compás,
que la compasión y la piedad.

La mano de Dios,
es una mano que perdona,
y una voz que es camino,
y un camino que es esperanza.
Sólo hay que seguirle y abrazarle.



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