Poema Escribir Tiene Espíritu De Nada de Orlando González Esteva



Escribir tiene espíritu de nada.
Hay que revolotear en el abismo
y cortarse las alas que uno mismo
tiende sobre su sombra alucinada.

Y caer desde nunca, desde cada
vértice en el perfecto mecanismo
del azar que celebra en su mutismo
la creación, esa fábula encarnada.

Y yacer en las márgenes del sueño
donde la realidad es un pequeño
pez que burla las redes de la aurora

y revuelve las aguas del pasado
donde Dios se contempla ensimismado
y padece la luz que nos devora.



Poema Huyeron Las Golondrinas de Julio Florez



Huyeron las golondrinas
de tus alegres balcones;
ya en la selva no hay canciones
sino lluvias y neblinas.

Me dan pesar sus espinas
sólo porque a otras regiones
huyeron las golondrinas
de tus alegres balcones.

Insondables aflicciones
se posan entre las ruinas
de mis ya muertas pasiones.
¡Ay, que con las golondrinas
huyeron mis ilusiones!



Poema Canción De Pescadoras de Gabriela Mistral



Niñita de pescadores
que con viento y olas puedes,
duerme pintada de conchas,
garabateada de redes.
Duerme encima de la duna
que te alza y que te crece,
oyendo la mar-nodriza
que a más loca mejor mece.
La red me llena la falda
y no me deja tenerte,
porque si rompo los nudos
será que rompo tu suerte…
Duérmete mejor que lo hacen
las que en la cuna se mecen,
la boca llena de sal
y el sueño lleno de peces.
Dos peces en las rodillas,
uno plateado en la frente,
y en el pecho, bate y bate,
otro pez incandescente…



Poema Noche Y Aurora de Ibn Sara As-santarini



Cuando vi que Occidente
con las tinieblas se había ahogado
y que en Oriente se veían
señales de la luz de la mañana,
pensé que era Occidente un océano
que yo debía atravesar
y lo que aparecía del Oriente
era la playa.

(Traducción y recopilación: Teresa Garulo)



Poema La Karmesse de Manuel Machado



Del sol flamenco a las postreras llamas
entre escarlatas, oro y brocado;
-carmín y nácar- por el bello prado,
ricos galanes y esplendentes damas.

Ella escuchaba la frase violadora,
jugoso el labio, jadeante el pecho,
los ojos anegados… El implora,
el blando césped convertido en lecho.

Las ricas vestiduras opulentas
desordena la torpe mano ardiente,
en ansia de las formas suculentas.

Y en las cárdenas brasas del poniente
sus flechas, surge, a disparar sangrientas
un cupido rechoncho y sonriente.



Poema Historia De Un Día En Tres Esquelas de Jacinto Benavente



I

Vergüenza me cuesta, pero has de perdonarme. Hoy no asistiré a la Junta. El motivo es pecaminoso. Justamente de cinco a siete tengo que ir a probarme unos vestidos a casa de Laura. Ya sabes lo que es ella; si pierdo mi turno, me deja desnuda este invierno. ¿Estoy perdonada? Bien lo merece mi franqueza. Pude inventar otro pretexto. Otra junta piadosa, la jaqueca, el dentista; pues no, me entrego en pleno delito de coquetería. Así puedes decírselo a las amigas, segura de que todas me absuelven. Me has dicho que la marquesa está expirando. ¡Pobre señora! Esta noche te veré en el Real. Hasta luego.

II

Mucho siento la mala obra, pero hoy me es imposible ir a probarme los vestidos. Precisamente de cinco a siete se reúne la Junta de Damas de la Honradez y el Trabajo, de la que soy secretaria, y no puedo faltar. Iré mañana a primera hora. No retrase, por Dios, los vestidos, el negro sobre todo, nuestra presidenta está expirando; y si se muere, no sé cómo voy a ir a los funerales.

III

De cinco a siete.

De Cartas de mujeres



Poema Ejercicio De Viento de Mario Meléndez



Nadie sabe más del pájaro que la rama
y cuando éste emprende el vuelo
ella pinta su esqueleto de colores
y sueña que es un ruiseñor
y que le crecen alas por todos lados
y entonces canta y cuando ella canta
el bosque se estremece de emoción
y hasta las piedras quieren bailar
y hasta los ríos se conmueven
con aquella melodía

Nadie sabe más de la rama que el pájaro
y cuando juega allá en la altura
sueña con ser un árbol
y que en sus alas anidan las alondras
y los gorriones recién nacidos
y que en sus huesos florecen astillas
y que en el vientre de esas astillas
se abrigarán los sueños de las pobres gentes

Pájaro y rama se conocen desde la infancia
pero ignoran que el paisaje es un pretexto
una farsa inventada por Dios
para cuadrar la historia



Poema Soneto I de Garcilaso De La Vega



Cuando me paro a contemplar mi estado
y a ver los pasos por dó me ha traído,
hallo, según por do anduve perdido,
que a mayor mal pudiera haber llegado;

mas cuando del camino estoy olvidado,
a tanto mal no sé por dó he venido:
sé que me acabo, y mas he yo sentido
ver acabar conmigo mi cuidado.

Yo acabaré, que me entregué sin arte
a quien sabrá perderme y acabarme,
si quisiere, y aun sabrá querello:

que pues mi voluntad puede matarme,
la suya, que no es tanto de mi parte,
pudiendo, ¿qué hará sino hacello?



Poema Este Melón Es Una Rosa… de Marosa Di Giorgio



Este melón es una rosa,
este perfuma como una rosa,
adentro debe tener un ángel
con el corazón y la cintura siempre en llamas.
Este es un santo,
vuelve de oro y de perfume
todo lo que toca;
posee todas las virtudes, ningún defecto,
Yo le rezo,
después lo voy a festejar en un poema.
ahora, sólo digo lo que él es:
un relámpago,
un perfume,
el hijo varón de las rosas.



Poema Dolor de Alfonsina Storni



Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar…
Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.



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