Poema Como El Árbol Dorado de Pablo Garcia Baena



HOJA VERDE…

Como el árbol dorado sueña la hoja verde,
ahora que no estás y en los bosques nevados
cruje lívidas urnas, fantasmal, el invierno,
los jóvenes deseos a la deriva quieren
cubrir tu memorial de húmedas laureas.

Era el marzo feliz que oreaban los vientos
primaveral basílica los juncos erigían,
las varitas moradas de san José, la avena
como lluvia menuda y un recado secreto
la cardelina lleva por alfarjes de ramas.

Así como la tierra mi corazón hinchado
germinaba de ocultas semillas sepultadas.
Así como la tierra nupcias al mar ofrece
el oleaje crespo de los besos unía
labio y tierra en anillos de herrín indestruibles.

Veíamos el mundo juntos sobre la roca…
Qué lejos el sollozo, los dioses, la leyenda
que luego tú serías, rojeantes racimos
de riparia cubriendo, armoniosa, tu estatua
cuando ya fuiste mármol inaccesible y ciego.

Pero el cielo era puro y fugaz y la loca
alegría de vivir, esa máscara errante
y beoda reía bajo el galoneado
raso del capuchón del dominó talar,
otorgando antifaces que realidad cubrían

La tristeza, una calle por donde no pasábamos,
la poesía, una flauta que gime abandonada
y el rezo y los sociales lazos y la amistad,
esa vieja burguesa con labor de ganchillo,
nos vieron ir desnudos bajo constelaciones.

Sabíamos que un soplo acabaría con todo:
estancias en la noche centelleante de arañas,
copas alzadas, senos, más hielo, el jardín rosa
y verde de la aurora irrumpiendo en cristales,
desgarrando la cola de satén de la huida.

Sabíamos que un soplo… Y que no volvería
aquel vino jamás a mojar nuestros labios.
Confusamente turbia tiendo la mano ahora
hacia la puerta, arcano, tarot, encantamiento,
y allí encuentro tu mano entreabriendo el recuerdo.



Poema Carta de Elvio Romero



Te escribiré mi amor, desde un sonido
de tierra apretujada,
desde un hondón, de pie, desde un frondoso
confín de llamaradas,
desde donde sus pétalos la Rosa
de los vientos deslava;
de allá te escribiré, a la luz profunda
de una estrella lejana,
desde donde me encuentres y no me encuentres
buscándome en el mapa,
te escribiré de asuntos de entereza
al punto fijo en que despunta el alba.

Desde el clamor del mar o de la tierra
te escribiré esta carta.

Desde el instante en que te supe hermosa
te escribiré esta carta.
Desde el sesgo de luz de tu sonrisa
te escribiré esta carta.

Te escribiré mi amor, desde la arena
removida en resguardo de la llama;
lejos de ti te escribiré, bañada
de sudor y esperando una batalla,
vestido de hojas y de estrellas verdes,
de monte oscuro y de llanura parda,
desde un cambio de sombra en la vigilia
te escribiré esta carta.

Desde el desvelo de los hombres bravos
te escribiré esta carta.

Te escribiré también desde la espera
y el anhelo mayor de la mirada;
lejos de ti te escribiré, tan lejos
que aproxime tu afán largas distancias,
desde el ruedo de sombras de una hoguera,
desde un sendero de cruzadas ramas,
desde un sol de acechanza y de una noche
que abriendo el puño alumbre las guitarras,
te escribiré desde el albor de un niño
de lluvia desdoblada.

¡Desde un vivac de imperativa lumbre,
te escribiré esta carta!



Poema Astro Muerto de Poemas Autores Varios



la luna, anoche, como en otro tiempo,
como una nueva amada me encontró;
también anoche, como en otro tiempo,
cantaba el ruiseñor.
Si como en otro tiempo, hasta la luna
hablábame de amor,
¿por qué la luna, anoche, no alumbraba
dentro de mi corazón?

Fabio Fiallo ( República Dominicana, 1866 – 1942 )



Poema Contraposiciones Y Tormentos De Su Amor de Francisco De Quevedo



Osar, temer, amar y aborrecerse,
alegre con la gloria, atormentarse;
de olvidar los trabajos olvidarse,
entre llamas arder sin encenderse;

con soledad entre las gentes verse
y de la soledad acompañarse;
morir continuamente, no acabarse,
perderse por hallar con qué perderse;

ser Fúcar de esperanzas sin ventura,
gastar todo el caudal en sufrimiento,
con cera conquistar la piedra dura,

son efectos de amor en mis tormentos;
nadie le llame dios, que es gran locura,
que más son de verdugo sus tormentos.



Poema Canción, Glosa Y Cuestiones de Angel Gonzalez



Ese lugar que tienes,
cielito lindo,
entre las piernas,
ese lugar tan íntimo
y querido,
es un lugar común.

Por lo citado y por lo concurrido.

Al fin, nada me importa:
me gusta en cualquier caso.

Pero hay algo que intriga.

¿Cómo
solar tan diminuto
puede ser compartido
por una población tan numerosa?
¿Qué estatutos regulan el prodigio?



Poema Eros Desatado de Norma García Mainieri



Libre de ataduras
Eros invadió la tierra,
húmedas cuevas desafiantes
cuerpos erectos, crepitantes

Eros desatado, libre
y ubérrimo
pueblas el mundo de deseo consumado.



Poema Extraños En La Noche de María Mercedes Carranza



Nadie mira a nadie de frente,
de norte a sur la desconfianza, el recelo
entre sonrisas y cuidadas cortesías.
Turbios el aire y el miedo
en todos los zaguanes y ascensores, en las camas.
Una lluvia floja cae
como diluvio: ciudad de mundo
que no conocerá la alegría.
Olores blandos que recuerdos parecen
tras tantos años que en el aire están.
Ciudad a medio hacer, siempre a punto de parecerse a algo
como una muchacha que comienza a menstruar,
precaria, sin belleza alguna.
Patios decimonónicos con geranios
donde ancianas señoras todavía sirven chocolate;
patios de inquilinato
en los que habitan calcinados la mugre y el dolor.
En las calles empinadas y siempre crepusculares,
luz opaca como filtrada por sementinas láminas de alabastro, ocurren escenas tan familiares como la muerte y el amor; estas calles son el laberinto que he de andar y desandar: todos los pasos que al final serán mi vida. Grises las paredes, los árboles y de los habitantes el aire de la frente a los pies. A lo lejos el verde existe, un verde metálico y sereno, un verde Patinir de laguna o río, y tras los cerros tal vez puede verse el sol. La ciudad que amo se parece demasiado a mi vida; nos unen el cansancio y el tedio de la convivencia pero también la costumbre irremplazable y el viento.

Bogotá, 1982



Poema Vino de Julie Sopetrán



Es un brindis de invierno hecho de soledades
Pequeñas dimensiones de procesos vividos:
Cristales de la nada vilanos que se rompen
O el corazón volando por todos los toneles
Dejo que pase el tiempo perdida en tu mirada
Los vidrios de la tarde se han llenado de lunas
Y este sabor a mosto me reposa lo interno
Y me analiza estancias donde crece lo amargo
Acidez y dulzura, vendimia y sedimento
Fermentación que aroma los orujos pisados
La cuba de mis sueños huele a llanto en el aire
Es como un sabor tártaro paladar de silencios
Y es que el dolor no es agua es un proceso largo
De haber llorado mucho dentro de tu pellejo.

WINE

The vineyard is dry
And the vine shoots are burning in my fireplace
It is cold outside
I am thinking about you
Time passes quickly spring is coming
The night is wintry
In my warm house I sit
I have a glass of wine to share with you
To taste, to toast
It was my father?s harvest
Life is as the color of pressed wine:
As our life?s?
We drink for the times, the flavor, the gestures,
The pain, the love?
Our tears seem the same
Saved inside the wine casket
Where the good wine is kept!



Poema Aquí Se Habla Del Tiempo Perdido Que Como Dice El Dicho, Los Santos Lo Lloran de Renato Leduc



Sabia virtud de conocer el tiempo;
a tiempo amar y desatarse a tiempo;
como dice el refrán: dar tiempo al tiempo…
que de amor y dolor alivia el tiempo.

Aquel amor a quien amé a destiempo
martirizóme tanto y tanto tiempo
que no sentí jamás correr el tiempo,
tan acremente como en ese tiempo.

Amar queriendo como en otro tiempo
-ignoraba yo aún que el tiempo es oro-
cuánto tiempo perdí -ay- cuánto tiempo.

Y hoy que de amores ya no tengo tiempo,
amor de aquellos tiempos, cómo añoro
la dicha inicua de perder el tiempo…

De «Breve glosa al Libro de buen amor» 1939



Poema Destino de Carlos Castro Saavedra



Por mi culpa , mujer, por mis inviernos,
muchas veces tu cara se humedece de lágrimas.
Pero también por culpa de Dios, frecuentemente,
el rostro de la tarde se humedece de lluvia.



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