Poema Retrato Gongorino de Carmen Jodra
…Al hilo dignifica la hermosura,
dulcemente inmadura,
del rendido durmiente,
porque en dieciséis años
no ha habido tiempo aún para los daños
de tiempo cruel o práctica natura,
que sacrifica el arte a la simiente;
en el cuerpo yacente
hay candor y abandono y hay tersura.
¡Qué vértigo provoca,
cómo provoca vértigo la boca!.
roja rosa entreabierta
de riquísimo aroma,
con las mórbidas formas de un poema,
que al más dormido instinto lo despierta.
Y los párpados lisos,
y de las cejas las espesas líneas,
que no han tocado nunca las Erinias
con sus crueles avisos,
la barbilla perfecta,
la nariz intachablemente recta
y la suave mejilla ruborosa;
la cara más hermosa,
en fin, y el cuerpo más hermoso y noble
que engendrara jamás mujer alguna,
y no quiso el azar hacerlo doble
porque tanta belleza fuera una,…
Se yergue, y su hermosura al cielo embriaga
y al barro que su planta pisa halaga,
y el águila recuerda
sus misiones de antaño
y lamenta que hoy, para su daño,
sea la divinidad siempre tan cuerda.
Con leve pie el muchacho sale y deja,
más cuanto más se aleja,
arrebatada y anhelosa el alma
y vacía de calma.