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Poema Algún Día de Dora Castellanos



Un día llegarás;
el amor no espera.
Y me dirás:
Amada, ya llegó la primavera.

Un día me amarás.
Estarás de mi pecho tan cercano,
que no sabré si el fuego que me abrasa
es de tu corazón o del verano.

Un día me tendrás.

Escucharemos mudos
latir nuestras arterias
y sollozar los árboles desnudos.

Un día. Cualquier día.
Breve y eterno,
el amor es el mismo en primavera,
en verano, en otoño y en invierno.



Poema Adolescente Amor de Dora Castellanos



¡Amado! Este es aquel amor que conocimos
antaño en nuestra vida; éramos casi niños,
hace ya mucho tiempo,
cuando tu boca me enseñó la risa
y tus labios el beso.
Este es el mismo amor; viene de lejos,
desde la adolescencia;
cuando en la tuya conoció mi mano
el dulce entrelazarse de los dedos
y abrió la noche entre su cielo oscuro
la blanca floración de los luceros.
Este es el mismo amor,
cuando jóvenes éramos
y yo aprendí en la noche de tus ojos
la vigilia y el sueño.

Recuerdo aquel amor, el de turbada
soledad y silencio;
el que marcó en la luz de los cocuyos
el camino del pueblo.
El que nos embriagó con su perfume
en los frutos del huerto,
el que nos enseño toda blandura
sobre el musgo pequeño.
¿Lo recuerdas amor?
Desde tus brazos contemplé la noche
hasta aclarar el cielo;
la luna se apagó, brilló la aurora,
y recuerdo con qué deslumbramiento
vieron nuestras pupilas sombradas
brotar el sol sobre los campos nuevos.
Hace ya mucho tiempo,
supimos la ternura de la hierba
bajo los pies traviesos,
aprendimos la música del agua
de su sonido fresco.
Escuchamos el mar, vimos el viento,
gozamos del arrullo, del aroma,
y del amor de todo el universo,
cuando puros, amantes exaltados
nos enseñó la vida su misterio.
El agua, el sol, la brisa, la montaña;
el libro del Señor estaba abierto
y nuestros ojos ávidos e insomnes
escrutaban el cielo.

Todo lo que es hermoso,
lo aprendimos entonces.
¿Cuándo fue? ¿Cuándo, amado?
En el amor sin tiempo…
Ahora todo nos parece tan lejos…
Vendrán los duros años de la vejez,
amor, seremos viejos.
toda nuestra verdad, será añoranza,
desteñido recuerdo:
el joven resplandor de las miradas,
el encendido fuego de los besos.
¡Oh nuestro amor de antaño!
quizá desde las venas apagadas
de la vejez sin término,
sintamos otra vez, entre suspiros,
el indecible gozo de querernos.
Que viva el corazón para sentirlo,
que guarde la memoria su recuerdo.
¡Vibrar de plenitud, vibrar de nuevo!
Llevemos su existencia hasta la muerte
que amarnos fue tan hondo y verdadero.



Poema Verdad Del Alma de Dora Castellanos



Asciende a ti la luz del pensamiento.
Brota por ti la flor de mi alegría
y por tu amor enciende cada día
mi corazón su lámpara en el viento.

Que si pierdo tu imagen, al momento
la recobra en tu alma el alma mía
y tu rostro se vuelve melodía
de claridad en el entendimiento.

Amor incorruptible que no daña,
ni con halago de placer se viste.
En su diafanidad jamás engaña.

Por ti, sólo por ti, que por ti existe
-cristal que no se quiebra ni se empaña-
esta verdad del alma que me diste.



Poema Todo Es Diáfano Y Bello de Dora Castellanos



Mecen los blandos sauces la verde cabellera;
todo es diáfano y bello cuando estoy a tu lado;
una sutil fragancia de nardo macerado
difunde sus efluvios sobre la tierra entera.

¡Amado! El tiempo es claro, llega la primavera;
regresa en los capullos del jardín olvidado;
y humildes, tiernas, blancas, en el verdor del prado
abren las margaritas su múltiple gorguera.

Con tu voz de agua viva, la frescura me traes.
Mi alma es tierra seca, tierra estéril y mustia
y tú sobre mi alma como la lluvia caes.

Me llenas de dulzura con tu voz de colmena
y tus hondas palabras rielan sobre mi angustia
como luz de luceros en el agua serena.



Poema Todavía de Dora Castellanos



Sobre las ruinas de tu amor caído
levantaré de nuevo mis quimeras,
y serás en mi vida un destruido
monumento, donde un ídolo eras.

Donde tirano fuiste, las primeras
yerbas silvestres gritarán olvido,
y, recordando nuestras primaveras,
gemirás como un dios arrepentido.

Otros dioses vendrán, y nuevas rosas
brotarán de las ruinas silenciosas.
Asoma por levante un nuevo día

y he temblado mis penas escribiendo,
porque adentro, muy hondo, estoy sintiendo
que esta noche te quiero todavía…



Poema Sin Nadie La Mirada de Dora Castellanos



Lo que cambia es el rostro,
la hondura de unos ojos,
la luz de una mirada;
la penumbra indiscreta
de confidencias íntimas,
la ternura, los besos,
los cuerpos y las almas.

El amor es el mismo;
busca formas distintas:
a veces una frente
de curvas sosegadas,
otras la boca roja,
quizá una boca pálida;
unos brazos ardientes
de tibias manos largas;
el instante amoroso,
la amorosa distancia.

Cambian tan solo el rostro,
los luceros, el alba;
el palor de la luna
detrás de una ventana;
la lluvia que solloza
con sus gotas que cantan;
el fulgor que nos junta
la luz que nos separa,
las llamas que calientan
los muros de la casa,
las cortinas de sombra,
el temblor de una lámpara.

El amor es el mismo,
no declina, no cambia;
existe en nuestro pecho
desde lejana infancia;
nos saca de la cuna,
nos hiere con su espada,
nos da siempre el veneno
que vivifica y mata;
zumo que nos agobia,
licor que nos exalta;
el ardor que consume,
la ceniza que apaga.
El amor es el mismo,
sólo busca una cara.
siempre es lo mismo
lo que esperas;
siempre es lo mismo
lo que amas.

Tú estás en ti y eres el mismo,
es lo de fuera lo que cambia.
Tu amor existe
y busca siempre
un pretexto para sus ansias.
Primero un nombre: Luz, Elvira,
Diego, Alejandro,
Helena, Clara;
después del nombre algo infinito
que en nuestros brazos se quedara
y un rostro, un rostro,
cualquier rostro
que no nos deje ningún día
llevar sin nadie la mirada.



Poema Siempre Amor de Dora Castellanos



A Inés y Adel López Gómez

No sólo por gozarte te he buscado:
también te quiero para padecerte,
porque el solo placer de poseerte
no da la plenitud de haber amado.

El vivo resplandor de lo gozado
menos amor es siempre que aquel fuerte
dolor de corazón que nos advierte
la dicha cruel de estar enamorado.

Te sufro con dolor, con alegría,
con deleite, con odio, con dulzura,
y la felicidad es agonía.

Si algún día nací, fue para verte;
por saber tu pasión y tu hermosura,
para gozarte, Amor, y padecerte.



Poema Nefertiti de Dora Castellanos



¿De qué terrena claridad dorada,
de qué barros del cielo, de qué arcillas
surgió la morbidez de tus mejillas,
la ciega plenitud de tu mirada?

¿De cuál sarcófago, de cuál morada,
de qué profundidades amarillas,
de qué lejano mundo sin orillas,
la luz de tu cabeza coronada?

¿Qué aurora boreal sobre tu frente,
sobre la placidez del rostro vivo
dejó su rosicler eternamente?

En la penumbra fértil de mi mesa,
cuando entre el hueco de la noche escribo,
llenas mi soledad con tu belleza.



Poema Náufrago de Dora Castellanos



Náufrago va sobre el ardiente río
el corazón de todos los amantes;
cautivo entre sus aguas fulgurantes
pasa tu corazón; no pasa el mío.

Pródigo entre mis brazos el estío
acendró miel de pomas delirantes.
Oigo vago rumor de aguas distantes;
lejano de mis brazos pasa el río.

Puente sobre su cauce verdadero,
tendido está mi corazón entero.
¡Oh dolor del amor, agua profunda,

agua viva de amor que no se entrega!
Pero el rencor, porque hasta mí no llega,
en agua oscura y sórdida me inunda.



Poema Linaje Puro de Dora Castellanos



Te amo cuando acaricio la madera:
la caoba que sangra, el roble duro.
Tu perteneces el linaje puro
que fragua anillos cada primavera.

Y floreces también como si fuera
tu cuerpo un árbol de nogal maduro;
palisandro de aromas, cedro oscuro,
estoy en ti como una enredadera.

Ombú que entre mis ojos amaneces;
sándalo que te creces de armonía,
ébano verde, olivo que te creces

de amor para mis brazos solitarios,
cuando siembras mi tierra yo diría
que respiro los bosques milenarios.



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