poemas vida obra enrique falcon

Poema Hola De Conquistas de Enrique Falcón



a Diana Bellessi y Eliana Ortega

las mujeres enfermas que jugaron con burros
las que cavaron tumbas en las palmas de un trueno
las sólo voz dormidas en los centros solares
las hambrientas de todo
las preñadas con todo
las hijas del golpe y de los sueños mojados
las que fijan continentes que dejaron atrás
las niñas con pimienta en sus quince traiciones
las de pan-a-diez-céntimos sin cafetería
las del turno de visita con oficios de muerte
las madres eternas de los locutorios
las arrasadas, las caratapiadas, las comepromesas
las terribles solitas en las salas de baile
las clandestinadas pariendo futuros
las oficinistas que ahogaron sus príncipes
las acorraladas
las desamparadas, las sepultureras
las del polvo sobreimpuesto y el trago a deshora
las poquito conquistadas
las niñitas vestidas con mortajas azules
las que cosen el mundo por no reventarlo
las mujeres con uñas como mapas creciendo
las hembras cabello-de-lápida
(todavía más grandes que su propio despojo)
las corresquinadas, las titiriteras,
las que tierra se trajeron atada a los bolsillos
las nunca regresadas
las nunca visibles
las del nunca es tarde
las del vis-a-vis sin un plazo de espera
las reinas en los parques y en los sumideros

todas ellas las mujeres que me llegan con todos sus cansancios,
todas, en sigilo: las amantes

y mis camaradas.

(del libro: Codeína)



Poema Fragmento Viii /2 De La Marcha De 150.000.000 de Enrique Falcón



Esta es la comarca
donde dieron tu cuerpo a la llanura
donde tú, tus caderas
erais agua y volteo de matanzas, mano
meciendo el hambre, tú loca canción.
Dame un nombre con el que acusarte
ahora en que te tiemblo ante la tumba:
ésta, la comarca
?tu furia tierna en los delirios,
mientras mojamos tres dedos en la cruz,
flor para el caído
y puerta abierta en el lamento y los disparos.

(Miente al filo de los últimos en caer
invéntame tu historia
sé de nuevo voz de la miseria
en ti ésta es la miseria y su desnudo
roba tú el poema de los carceleros
invéntame
agacha la cabeza).

Para salvarnos
para decirnos agua, espera, revolución, sábana vencida
para salvarnos hemos vuelto del desastre
y hemos sido abril, el mes que te rindieron
abril aullido
abril cansado,
abril de insectos tiernos en mi manta
abril boca
abril lúbrico de los muertitos en pendiente
abril luz
abril posible
abril tripa vértigo y lamento
abril torpe
abril de las estudiantes y el interrogatorio
abril sin
abril pequeño
abril de la tormenta, del pájaro, la estampida
abril de la que muerde sus manitas
abril de la niña loca
abril del hombre de gritos
(no yo):
abril de antes
abril verbo pulgar
abril niño sucio que caes de mi lengua
abril sucio
abril ensuciándome degollación de quiénes
abril en las detenciones paramilitares
abril de los perdidos
abril permiso para las masacres en los mapas
abril disparo
abril blanco es tu silencio en las tardes públicas
abril derrota
abril siendo
abril tú (no quiero)
abril de las barricadas, enormes, boreales,
abril del muchacho en hora
abril del que cantaba en mi piel
abril hasta donde tú no has venido
abril lejos
abril instrumento-para-hacer-revueltas
abril calculadas en los nichos de tortura
abril amarte
abril de la espalda caída detengo su flor
abril y
abril y
abril cansarte
abril responde a la voz de los vencidos
abril deforme
abril desecho
abril torcido
abril in
abril inacabado
abril para el proceso
abril para el proceso popular
abril para el proceso popular de los niños tontos,
para los que hemos venido a salvarnos,
para los de nunca y dónde,
agachándonos la cabeza,
disparando a la comarca.

(Del libro: La marcha de 150.000.000: 2/ Los Otros Pobladores)



Poema Fragmento Vi /1 De La Marcha De 150.000.000 de Enrique Falcón



Lamento.

Lamen todas las cuchillas las bocas de la tierra: lamento.
La caída de los brazos. Lamento.
Cien mil mujeres agitándose las venas. Lamento.
Un horror ?que acabe el llanto?
de cuevas en el ojo, en los ojos las cuevas
de los ojos, un ojo invocador
de araña, un ojo-lamento.

Se abajó a los más pobres de nosotros
nos mostró su sonrisa de lagos
frescos e inmaduros (aún) abajó
a nosotros su señal su lengua su saliva
catarata de sonidos tocó para nosotros
nos dio la brasa, llamó hermano a mi hermano,
llamó madre a mi madre
y bebió de su leche.
Con dolores de parto esta agua
naciendo de su risa:
(500 kilómetros de agua-madre
sacudiéndonos el polvo, el niño negro
amamantado en las aceras
y luciendo su azul de venas rotas).
Se abajó hasta nosotros,
los pastores de la periferia en las ciudades ricas
?una bomba de luces, cabelleras?,
hasta nosotros la mugre
la caverna maloliente, los cayados
(apoyo sobre luz, onda de luz
con 100.000 años de viaje).
Un
niño cósmico de hambres, niño
daño de los ojos, niño-revolución,
as-
co de pesebre.

Familia-cráter perseguida. Lamento.
Familia-tierra, familia-polvo: luz.
Un asco de pesebre y establos, se abajó hasta nosotros
mostrando los clavos de la mano
y el miedo de los poderosos en las manos
y la sangre de los niños imposibles en las manos.

Nueve millones de posadas vacías…
No
hay sitio,
para nosotros no queda sitio alguno
sólo algas y humus
de pesebre
y asco de noche
(mi niño borracho de estrellas, mi niño
amasando en la arena del Hombre-Dios).
Llamó hermana a mi podredumbre
bebió de la leche con nosotros
su sueño multiplicador de vías lácteas:
un ojo de lamento adorado en el establo.

Lamen todas las cuchillas los nacidos en la arena.

Esperábamos al nacido y el nacido llegó
a) no sobre leche con la boca
b) no candelabro ni acogida de incienso
c) no salón no capitel
d) no arma poderosa en las legiones de Masdar
e) no puñalada ni río de rentas ni hospedaje
f) no cabello trenzado con las cintas del príncipe tranquilo
g) no poder no cetro no galeras de amonita
h) no llegó entre los vítores del pueblo
i) no pisaron sus talones las alfombras de los reyes
j) no cercó sus dedos un anillo
k) no besó la mejilla de los sacerdotes
l) no censó las coronas no dispuso sus ejércitos
m) no inscribió su nombre en los altares de los templos:
Me miró en los ojos,
sólo ellos, en los ojos, el lamento de los ojos.

(…Agua, Dios mío, más agua…)

800.000 obuses sobre Sarajevo
y no puedo ayudar a este niño
con plomo en la cabeza,
una estrella gigante de plomo en su cabeza.
Su pantalla de ojo es el grito,
y el grito la impotencia
cargada de establos en este poema azul y enorme:
800.000 broches dorados
sobre el abrigo de Mrs Frame.
Por amor de Santuario yo he de hablar,
por ella haré gritar al niño
despojo, sangre de cuásar,
diadema de las gentes y cadera desposada…
No te llamarán más el esperado en nacer
ya no más desolación tu nombre:
como el novio que habita en la hembra
cubriéndola de noches,
como un novio que se ciñe la frente
con coágulos de Dios,
todo atavíos.
Por amor de Santuario lamento ha de cubrirte;
sobre sus murallas no descansará la luz de las estrellas:
a otros ha de alcanzar su dedo, a otros su poema de luz
y su asco de pesebre,
su risa preparada hace 100.000 años
y 2.000 más, años de años.
?Belem, Andrómeda, Limbúe-Kutu?.
Que la Marcha
arranque.



Poema Fragmento V /3 De La Marcha De 150.000.000 de Enrique Falcón



el Canal se extiende, en su parte principal,
desde la presa del Pinjab, a
lo largo de novecientos quilómetros llegan,
hasta donde desembocan Beas y Sutlej,
áridas, las matanzas negras del olivo, tú nunca llegaste,
amor, hasta las fiestas, fueron
silbo y desolación del hombre en los pastizales lentos de su boca,
a lo largo del acoso de su boca,
?…y todas estes redes infinitas…??
A
bro entonces las piernas a este lado del Canal,
10
mil jaguares maquillando el adobe en las tardes tremendas,
raparon este pubis arañando biologías
y espesas de licor, de vientre en barricada,
pero TÚ nunca llegarás, olvida,
fue dura la extensión del proyecto, ?20 metros de ancho y líquenes de sal
[sobre sus muslos,
vestidos como gamos de acero compacto, maquinaria sueca y tractores de
[capacidad cúbica media
?perdieron la lógica en las espumas
y finalmente, bajo la luz de las estrellas,
sembraron bueyes infinitos,
un inmenso ardor de bueyes en el ojo?
quién diría patria, jornada del desierto, …pan?
sembraron y durmieron,
y un niño de los nuestros seccionó los mediodías,
abriendo agua en los trigales del espanto,
en el reportaje gráfico se observa
el lento declinar de la serpiente a la orilla de la brecha
mientras no arrecie la tormenta habrá trabajo y no
tendremos que volver al regadío,
lejos del desierto y de las temidas filtraciones del subsuelo
la tribu esparce siembras y recoge manantiales,
cemento y labranza a este lado del espanto
sucios de calor a este lado del espanto
a este lado del espanto tiernos de alfileres
a este lado del espanto sus carpas arrasadas:
van y siegan, mueren solos;
fueron
(como se informó) los antiguos envíos
de correas mutiladas a la noche,
una firma militar, y el sello del Correo
en harapo y velo gris,
la que habló con tigres desbocados
cayó rendida hace nueve horas,
nadie da con su mejilla,
a
tentamente, el médico en Zona De
(Rajasthan)
?y vuelo
planeando entre sus brazos como un frío miserable
en sus propias almas gritarán las llanuras, azules del desgarro
con un odio infinito hacia las rocas;
lue-
go,
desde el Pinjab, se cubren las tiendas con plástico sobrante del Canal
y el adobe forma hileras interminables sobre el lecho
quebrando el cielo con colores simbólicos
y agrupando espacios en sus brechas
cavan nichos para padres, hijos o hermanos,
los árboles los plantaron ellas y hay casos de partos en sus orillas,
pero los marjales
ésos los hicimos nosotros (y la locura),
antes que las lluvias se llevaran los mapas, las
osamentas ciegas del vacío,
con fiestas en sus tiendas:
sólo luego los matamos.



Poema Falseando Alternativas de Enrique Falcón



?La justicia no es anónima,
nombre y dirección?
?Bert Brecht

( para jorge riechmann )

Ocurre que al amor le sigue
un rubor de tierra tras tu patio.

Ocurre que existe la injusticia,
su sal en el aullido
sin más temblor que la esperanza.

Ocurren las dos cosas
en el mismo tiempo que ambos preguntamos.

Y est?por decidir

sobre qu?posar la lengua
el poema que viene.

(del libro: Codeína)



Poema España Y Poesía, Viejita Y Regañada de Enrique Falcón



con la complicidad de Eladio Orta

En mi país cocido de lejos buenamente con las tripas afuera
los poetas comen jeringuillas con leche
carne de avestruz
brotan de las cuevas con un poco de saliva
se derraman por el campo como niños sin dientes.

En mi país cuchillo en las trenzas de los buenos empresarios
no hay huelgas generales:
los poetas las evitan con un trapo en la boca
brotan de las cuevas con temblores de piel
y lamen los cercados de los hombres ricos.

En mi país castigo en periferia de los barrios más bellos
se prohíben cosas que no sean de madera:
con blancos mondadientes se arrancan los colmillos
los poetas honestos de todo el país
brotan de las cuevas con los párpados mudos
para luego calmarse con trescientos espejos
los poetas honestos de todo el país.

Mi
verdadero conflicto:
que me muerden mis versos,
que no tengo país.

(del libro: Codeína)





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