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Poema Cumplimiento de Fa Claes



Mediodía, pero sombrío el aire.
Hay tormenta, la lluvia retumba y
el relámpago hiende.

De pronto estamos siglos atrás.
La tierra humea, se arremolina, hierve.
Titanes de agua en ráfagas,
el aire resuena cuando el fuego
quema la cortina.

La evolución ha comenzado apenas
aquí, yo, en Rijmenam.

¡Dios!, ¡Dios!, pudiera mañana encontrarse unos miles
de quintillones de eones y más tarde aún,
quiero escribir: el cumplimiento
de los esfuerzos,
de tanto esfuerzo
la solución, por fin,
el resultado más consumado.



Poema Cuento de Fa Claes



¿Pequeño? Aquí en Rijmenam
todo es pequeño.
La plazuela es pequeña,
las calles son pequeñas,
los hombres son pequeños.
En Rijmenam todo es pequeño.

¿Pequeño? Aquí en la tierra
todo es pequeño.
El ansia del dinero es pequeña,
la crueldad sanguinaria es pequeña,
y sobre todo el amor es pequeño.
En la tierra todo es pequeño.

¿Pequeño? En el universo
todo es pequeño.
Los quarks son pequeños,
los leptones son pequeños,
e incluso en cualquier parte
los siete enanos son pequeños.
Entonces, ¿qué me importa a mí
que tenga que ser pequeño en el universo
o en Rijmenam?



Poema Consuelo Crepuscular de Fa Claes



¿El lado hermoso de la vida?
Que tenga su complemento
en el otro lado abominable;
en nada lo hace más hermoso
aunque no lo aniquila.

Los dos están
incomprehensibles el uno al lado del otro.
Es particularmente difícil
desde los momentos oscuros ver algo
que de cualquier manera podría ser luz.

Francamente, no sabría dónde
en Rijmenam, dónde en el universo
encontraría consuelo.
Pero lo que deploro más:
no sé nada con que
pudiera consolar
Rijmenam o el universo.

Eso pone pena sobre pena.
Pienso. Inclino la cabeza,
sigo trabajando. Y callo.



Poema Certeza de Fa Claes



¿La certeza respecto al hombre?
Hay una: morirá.
Y por más que el mundo jure y
rabie resistencia: ¡eso jamás!
Probaremos a toda costa
que somos inmortales
y, si no sale bien,
salta, mozo, salta
en el pozo de la fe.

Y saltar es lo que hacen, hombre,
por centenares, a millares, en compañía;
y están seguros de esto:
cuanto más gente salta,
tanto más segura se torna su fe.



Poema Carácter de Fa Claes



Dime, carácter mío de mierda,
¡qué difícil vivir con él!;
imagínate, desde que nací
te arrastro por todas partes.

Mira, tan sosegado ahora, pecio de
barco encallado. Apenas piensa,
apenas respira con demacrado
tórax en quilla.

Buenos días, tú, buenos días en la oscuridad.
Vaya hombre, un error, nosotros juntos yo,
nosotros los muchos los insoportables,
quienes unos a otros se amargan las horas.

Dime en la oscuridad: buenos días.
Vida contigo arrastro por todas partes
desde mi nacimiento. Imagínatela
insoportablemente encallada.
¡Vete a la mierda!, carácter. ¡Vete a la mierda!, pecio.



Poema Bestia de Fa Claes



¡Ay! ¡Ay!
Somos una gran bestia salvaje
que vive de miles de millones de células:
se llaman hombres.

A veces -¡Ay! ¡Ay!- a miles los contrae,
manda a veintidós de ellos al campo
y coloca a los otros alrededor en amplio óvalo.

Con vehementes contracciones la ola
recorre las células y tras mucha batahola
la bestia en hordas las expulsa.

A veces -¡Ay! ¡Ay!- a millones las arrastra,
chillan hasta resquebrajarse la tierra y
violentamente una pata sucia
y sus pretensiones levantan.

Pero cuando sus habladurías se derrumban,
entran a gatas por pasillos, tubos,
cavernas, tierra, Rijmenam,
donde cada uno piensa de sí mismo:
yo, lo otro es mierda, es mundo
y eso tiene menos… ¡no!,
no tiene ninguna importancia.
¡Ay! ¡Ay! – ¡Ay! ¡Ay! Que sean
tres veces: ¡Ay! ¡Ay!



Poema Año Nuevo de Fa Claes



Bailarinita, Año Nuevo,
tan dulce, tan alegre, agachada todavía,
y ella misma una lazadilla
para que con una lazadilla
sus zapatillas
pueda atar.

Un momentito todavía,
y me yergo
y empiezo a bailar
lazadilla tras lazadilla
para que a todos, el uno al otro
y a todos a mí, pueda atar.



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