poemas vida obra jorge debravo

Poema Canción Satisfactoria de Jorge Debravo



Qué bien tu amor aquí para que ladre
y asuste a los leones de la muerte!
Qué bien tu amor velando como un padre
este miedo que tengo de perderte!

Qué bien tu amor manando a mediodía
una savia fresquísima y amada!
Qué bien despedazando la agonía
y poniendo esperanzas en la almohada!

Qué bien que esté allá lejos, madurando
como un durazno blando de ternura!
Qué bien cuando está cerca, despuntando

como un trozo de Dios, de la amargura.
Qué bien en la mañana, despertando
como un Resucitado de ternura…!



Poema Campanas de Jorge Debravo



La ciudad nos envuelve largamente,
como una noche dolorosa.
A nuestro lado ruedan los camiones
como brujas agónicas.
Una campana se queja a lo lejos desesperadamente.
Algún campanero irascible le estará golpeando el corazón.
Caminemos.
Olvídate del mundo.
Piensa solamente en lo que llevas piel adentro
y sabrás qué dulce y qué sabroso es, de pronto, vivir.



Poema Balada De Los Fríos de Jorge Debravo



Hay fríos tan terribles que son casi bestiales,
fríos que nos carcomen como inmensas polillas,
fríos que nos persiguen dormidos y despiertos
y nos ponen un negro temblor en las rodillas.
Hay fríos tan espesos como carnes humanas,
fríos que pueden ser partidos con navaja,
fríos que despedazan vidrios en las ventanas…
Por eso fríos, de noche, el corazón se raja.
Fríos aún más anchos y viscosos
que los fríos de los hielos y los muertos;
fríos que nos persiguen como lobos furiosos,
fríos que nos maltratan dormidos y despiertos;
fríos que vienen siempre que estamos silenciosos
imaginando a Dios con los brazos abiertos.



Poema Aunque Hundamos A Puños La Tristeza de Jorge Debravo



Aunque hundamos a puños la tristeza
y cerremos con besos cada herida
el amor nos rebosa en la cabeza
como un agua fatal, enardecida.

Escondidos detrás de las persianas,
ocultos tras las cárceles del pecho,
el amor nos golpea las ventanas
lo mismo que si estamos en el lecho.

El amor no termina ni en la nada.
Nos lo entrega el descanso, nos lo entrega
el trabajo y lo que anda y lo que rueda.

Y aunque se nutre de mujer amada,
con mujer o sin ella el amor llega,
y si la mujer pasa el amor queda.



Poema Nosotros Los Hombres de Jorge Debravo



Vengo a buscarte, hermano, porque traigo el poema,
que es traer el mundo a las espaldas.

Soy como un perro que ruge a solas, ladra
a las fieras del odio y de la angustia,
echa a rodar la vida en mitad de la noche.

Traigo sueños, tristezas, alegrías, mansedumbres,
democracias quebradas como cántaros,
religiones mohosas hasta el alma,
rebeliones en germen echando lenguas de humo,
árboles que no tienen
suficientes resinas amorosas.

Estamos sin amor, hermano mío,
y esto es como estar ciegos en mitad de la tierra.



Poema Milagros de Jorge Debravo



Misteriosas substancias emergen de la luz.
Genésicas materias laboran en la noche.

Una mañana amanecerá la muerte
recolectando flores,
subiendo por la savia y por la sangre
para besar al hombre.

Y el tiempo llenará
de ojos los relojes,
para ver el milagro
del hombre haciendo al hombre.



Poema Eternidad de Jorge Debravo



Antepasado mío, hoy te he visto
gozoso, reencarnado en mis dos hijos.

La tarde olía a madurez y a mango.

Por las mejillas de mis niños
?dulce y amadamente? resbalabas.



Poema Este Sitio De Angustia de Jorge Debravo



Uno quisiera siempre tener su mano amiga,
su buen pan compañero, su dulce café, su
amigo inseparable para cada momento.
Quisiera no encontrar un solo fruto amargo,
una casa sangrando, un niño abandonado,
un anciano caído debajo del fracaso.

Pero a veces los días se ponen grises,
nos miran con miradas enemigas,
y se ríen de nosotros,
se burlan de nosotros,
nos enseñan cadáveres de jornaleros tristes,
de muchachas vencidas, de niños sin tinero.
Se mira uno las uñas, como haciéndose viejo,
encoge las rodillas para no perecer,
y nada, nada bueno agita las campanas,
nada bueno florece en los hombros del mundo.

Entonces es que uno llama al apio y le dice,
llama al rábano amargo y le dice también
que esta corteza de hombre debe ser un castigo,
un paisaje maldito donde el hombre no quiere,
no soporta vivir porque le sorben sangre,
porque le chupan sangre hasta dejarlo ciego.



Poema Dioses de Jorge Debravo



Los dioses son estatuas de humo y viento
que se tuercen, alargan,
y se cambian de ser
como cambian de blusa las muchachas.

Alguna vez usaron cuernos, luego
se envolvieron en carne de montaña,
aprendieron a usar huesos de hombre
y se vistieron una barba blanca.

Una noche compraron zapatillas
y perdieron sus prístinas sandalias.
Y un día cualquiera rodearán la tierra
charlando amables con los cosmonautas.



Poema Digo de Jorge Debravo



El hombre no ha nacido
para tener las manos
amarradas al poste de los rezos.

Dios no quiere rodillas humilladas
en los templos,
sino piernas de fuego galopando,
manos acariciando las entrañas del hierro,
mentes pariendo brasas,
labios haciendo besos.

Digo que yo trabajo,
vivo, pienso,
y que esto que yo hago es un buen rezo,
que a Dios le gusta mucho
y respondo por ello.

Y digo que el amor
es el mejor sacramento,
que os amo, que amo
y que no tengo sitio en el infierno.



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