poemas vida obra juan daniel perrotta

Poema Eyacupoetización de Juan Daniel Perrotta



El poema se balanceaba en la punta de mi ser
(la punta de la lengua, la punta de los dedos,
y otras puntas non sanctas para poetizar
cuerpos ajenos).
Era como estar en el borde del orgasmo
sin quererlo, y oprimir desesperadamente taoístas puntos
como freno en pedalera,
porque no se fuera.
Pero ¡ya!, terco y de mala leche
se fue por alguna punta y no sé cuál
?como para prevenir reacciones?.
No quiero ser acusado de cunnipoético,
que un revés me sacuda por algún atrevido verso
escapado de mis dedos,
o una inocente adolescente venga a mí
acariciándose la panza por pecados no habidos
ni gozados.
Es que me aterra que un poema se me escape así,
sin aviso,
y ande por el mundo suelto de mi mano.



Poema Esa Mujer de Juan Daniel Perrotta



Esa mujer me puede

me seduce

Su mirada ausente

lejana

no evoca otros hombres

no me mide

no pretende ni espera nada

Esa mujer

de piernas como escarbadientes

perdida entre mis brazos

es pacífica y luminosa

Dibuja sonrisas

Está ajena al ántrax

a los top ten prefabricados

Ella habla con dios todavía

pero no se arroga ministerios

ni juega a la ouija

Está silente

como un eco al repetir el aliento sagrado

Afuera

la vida es un mundo de pañales

y gente que llega guiada por su estrella

para admirar su paz

porque aún es casi alma

y tomarla entre las manos

permite sentir

casi tocar

el paraíso.



Poema Erótica Y Estrategia de Juan Daniel Perrotta



Balbuceas algo sobre nuestra amistad
y retrocedes
como delimitando una zona de seguridad
ante la inevitable guerra
Yo pongo mi índice sobre tus labios
después de
claramente
acercarme a tus fronteras
Digo que bien sabes el afecto que te tengo
Artero
debilito tus posiciones artilladas
dejando caer besos explosivos
haciendo que mis labios desciendan
paracaidistas
al sur
al sur
entre la fronda
Y debe ser cierto
que el sur es estratégico
importante
a juzgar por lo encarnizado de la batalla
que ahora allí se libra
mientras contraes
contraes
desesperada
como queriendo expulsar
la avanzada de mi ejército
que golpea
acompasadamente
en tu territorio.



Poema Eli, Eli de Juan Daniel Perrotta



Veo tanta miseria
señor
tanto dolor
tanta muerte injusta
adelante
atrás a los costados
tu gente sedienta
hambrienta
dolida
Son tus hijos
dice el libro de los judíos
el de las mil adulteraciones
y estafas
Estoy hecho a tu imagen
y semejanza
eso es evidente
Yo también soy un mal padre.



Poema El Poema De Las Gentes de Juan Daniel Perrotta



Así quiero que canten/ mis poemas/ que lleven/ tierra y agua,/ fertilidad y canto/ a todo el mundo.
Pablo Neruda

El poema de las gentes
el que les pertenece
no otro
quiero dibujar entre mis letras
El del oscuro pueblo
las mujeres gruesas y velludas
los rostros aborígenes
Quiero poemas a montones
ser prolífico
como vientre de mestiza
como mazorca de maíz
nutrirles el hambre elemental
Mi poema
que sea el pecho de las gentes
la leche tibia
la harina torteada sobre el comal
Que se escuche bajo la palapa
retumbante su voz
como piso de tierra
que su voz tenga el vaivén de las hamacas
al llegar la siesta
el sudor de los cuerpos
amándose en vaivén
Que sea un puñado de granos de elote
besos en la madrugada
simiente abriéndose paso en marejada
Sólo así tiene sentido
este lento
doloroso
desangrar de mis palabras.



Poema El Juguete de Juan Daniel Perrotta



La niña desea un juguete
Lucha para conseguirlo
Usa su mejor cara
el llanto
los caprichos
Lo acuna con palabras dulces
como canto de sirenas
habla para él
sólo para él
al fin y al cabo es su jugete
Cuando se cansa
inventa un nuevo juego
Lo recrimina
lo amenaza como a un hijo
Prueba las armas de mujer
lo manipula
Madre al fin
la memoria genética del parto
se cruza
Introduce el dolor máximo
Toma su juguete
le arranca los ojos
lo desarma
despedaza
Pretende jugar con los pedazos
pero ya no estoy
la dejé jugando sola.



Poema El Casamiento Del Poeta de Juan Daniel Perrotta



Hermana prostituta…
ayer entregaste tu cuerpo por unas monedas.
Yo daría mi alma cada día por la poesía.
Maldito poeta
el que sacrifica amores, hijos y cordura,
se revuelve entre las heces del alcohol
buscando el vino nuevo,
la sabiduría de un verso,
uno solo,
un jirón de alma,
una palabra,
un candelabro alumbrando el encuentro de dos que se desean.
¿Me buscas, palabra?
Me mostraré esquivo,
sabrás que no puedes poseerme,
y aunque muera de deseo por la cópula
no me tendrás,
no libarás mi néctar,
no te daré mi sangre,
no desgarraré mis ropas
¡nunca!
Escúchame bien:
deberás venir de blanco,
los pezones resaltados en la veste,
vendrás como novia,
como virgen vendrás,
no te darás a ningún otro poeta,
y quizá, sólo quizá,
entonces,
te tome y te transforme,
te lleve al climax, te derrumbe,
te incorpore entre mi piel
y seamos uno, letra y poeta.



Poema Descastado de Juan Daniel Perrotta



No quiero pertenecer
a tu círculo de nenas mucho lomo
mucho sexo
poco seso
Tampoco al honorable grupo de poetas
morochos
peronistas
exitosos
o al de aquellos
transgresores
histéricos
sauneros
No quiero de tu porro
porque es tuyo
y se gasta
No
nena
no me gusta ir a la costa
a casa de tu papi
ni que me lleves en su coche
ni que me envuelvan tus tentáculos
de madre argentina
Prefiero
no penetrar en esos lomos
ni codearme entre poetas exitosos
prefiero una mano que circule blandamente
y una mujer eléctrica
setentista
que salte los tapones como aquellas
Prefiero padecer
porque no pertenezco
a ningún grupo
sentirme en todos lados
como sapo de otro pozo
Lástima la soledad
lastima tanta soledad



Poema Cuando Te Sacuda El Polvo de Juan Daniel Perrotta



Una avalancha de silencios confabulan
en la noche.
Se apagan los ecos,
se acallan las calles.
Yo estuve una madrugada cualquiera imaginando desde afuera
el calor de adentro.
Ahora me solazo pensando en la cama que me espera,
vacía pero me espera.
Y quiero también estar allí,
en esa calle silenciosa,
pateando boludeces,
agarrado de una cintura,
marcando y desmarcando el timming de otros pasos a mi lado.
Y madrugarme en un bar de Corrientes como con vos,
y volver a la cama, como con vos,
y cagarnos en la ciudad y su gente plástica de roles de hierro.
Pero vos estás muerta o en la cárcel,
y yo vigilado por la yuta (madre que te parió).
Y sé que voy a estar solo,
o en una relación conveniente y convenida,
con sexo a parquímetro y supermercados de fin de semana,
y trabajos responsables,
y gestos reposados,
y todo aquello que denota madurez y buena vida.
Por eso quizá alguna vez te saque del fondo de la muerte,
te sacuda el polvo (que te debo)
y vuelva a cantar una marcha militar marcando el paso y desmarcando,
para que me crean loco,
como cuando nos veían pasear la ciudad tomados de la cintura como amantes,
y se hacían el bocho pendejos y gerontes,
imaginando como sería ser nosotros.



Poema Chela de Juan Daniel Perrotta



Ella dice que aprendió bien las lecciones

del Maestro

y se hace cargo de su doble rol de trabajadora

ama de casa

Sale del trabajo

toma un taxi

llama a la nena por el celular

para que tome los globulitos

con Cyna todo estará bien

Está contenta de comprar una edición en rústica de Alice Bailey

y su maestro tibetano

cree que todo irá bien así

hace falta trabajo interior

y todo estará en orden

Sólo duda

cuando invaden su casa las huestes de costumbre

suegro

madre

amigos de los hijos

o cuando ve que el paso de los años

transformó a su madre en una cáscara

una caricatura de lo que la ancianidad hace con nosotros

Valor

mujer

esto es la vida

un tránsito hacia la decrepitud



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