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Poema Barriletes de Luz Méndez De La Vega



Alto y polícrono
gozoso y ágil,
diáfano y leve
incauto soñador
flotando lentamente
en dulce éxtasis
entre el frío
azul de noviembre
ingrávido y alto
o en rápido giro
sobre sí mismo
hacia arriba
siempre
hacia arriba
sobre claros
escalones de aire
imantado
de azules
profundidades
despreocupado
de la mano
que lo sujeta
y lo gobierna
hasta abatirlo
sobre la tierra
rompiendo
su mejor vuelo
Icaro atado
a un cordel invisible
loco de azules
y diáfanas claridades
de un golpe derribado
en su ciega ebriedad
inesperadamente
el barrilete:
sueño de mujer enamorada



Poema Anticipo de Luz Méndez De La Vega



Porque eres viajero
mi amor siempre tiene
dolor de adioses.

Un día te irás.
Pasajero huésped,
te esconderán otras caras,
otros nombres
y otros brazos.

Una postal vendrá
desde remotos paisajes.
Retratos tuyos me traerán
un eco de tu mirada azul
que temblará en mis manos.

Te irás porque eres marino
perseguidor de horizontes
en tu alucinada brújula
de nortes imposibles.
Te irás y lo nuestro
será sueño y olvido.

Por eso
no me preguntes,
ahora,
por qué mi amor
siempre tiene
dolor de adioses…



Poema Transfiguración-mañana de Luz Méndez De La Vega



Envuelta.
Penetrada.
Transfigurada
en diáfano olvido.
Vuelta universo de claridades
sobre la eternidad
de un tiempo sin medida.
Vencedora
de mi propia sombra
son presencia triunfal
sobre la muerte,
por la fértil raíz
crecida desde mi semilla
de carne y de palabras
en transitorio peregrinaje,
renovado inagotablemente
de vientre en vientre
y de boca en boca
surgidos y multiplicados
de los míos.



Poema Sísifo-poeta de Luz Méndez De La Vega



A Dina Posada

Acesante
hacia arriba
olvidado del tiempo
arrastrando
pétrea carga de palabras
que me impulsan
hacia el abismo
caigo
en el aterrador
blanco vacío
de la página.

Para volver a empezar
el suplicio
de buscar en la cumbre
el inalcanzable
aire intacto
de lo nunca
antes dicho.

Acezante subo
pero me arrastra
el cargamento
de oscuras palabras
duras y frías
pesadas como piedras.

Ansioso de alas
que no puedo hacer crecer
en mi espalda
me resigno
y regreso
al principio agotador
del primer verso
o de la página vacía.

Sangrante
frustrado en el ascenso
sin lograr vencer
el peso
lastre de siglos
virginidad imposible
retomo mi carga:
tortura eterna
de lo inconcluso.



Poema El Milagro de Luz Méndez De La Vega



Mano,
labio,
sexo trémulo.
Tirano impulso
de imposibles.

La caricia y el beso
-minúsculos prodigios-
certeros quiebran
la dura soledad
que nos circunda.

Y,
bajo nuestra piel
amurallada de silencios
hacen nacer un dios
de cegadora lumbre
que,
a su fugaz dulzura,
borra
la eterna angustia.



Poema Virgo de Luz Méndez De La Vega



Nada tengo que borrar
ni palabras
ni huellas
ni recuerdos.

No tengo que negar
las escondidas entregas
que grabaron nombres
en mi cuerpo.

(Espejismos frágiles
donde refugié
angustias,
no tengo que borrarlos)

Clara y fresca
presencia del amor
que busqué afanosa
fue limpio tránsito,

y, como la primera vez,
al encontrarte,
nítida broté:
agua de manantial jamás tocada.



Poema Virtud Suprema de Luz Méndez De La Vega



Si yo fuera hombre,
se codearían riendo,
al verme
como un viejo alce
doblada la frente por el peso
y la ramazón
de la cornamenta que
-aunque invisible-
todos miran, puesta por ti,
en mi cabeza.

Pero, como soy mujer,
precisamente,
la misma ven y loan
unánimes,
en admirativo coro,
como diadema esplendorosa
o aureola de santa.

Virtud suprema, pues,
que lleva al cielo
a la mujer,
aquello mismo que,
al hombre,
sume en infiernos
de burlas y vergüenzas.



Poema Trascendencia de Luz Méndez De La Vega



Entre mi piel y la tuya,
el muro negro imposible
y el abismo, intransitable
que no borra,
más que un instante,
el deslumbramiento cegador
del éxtasis,
relámpago aniquilador efímero
de realidades.

Límite insalvable,
la soledad del cuerpo
que circunda
el hambriente vacío,
en torno a donde crece
concreta muralla
de carne, huesos y nervios;
sobre la que se alza,
única vencedora,
la palabra.

La palabra que perfora muros,
cruza abismos,
anula distancias
y nos penetra
intensa
para quedarse.



Poema Suma de Luz Méndez De La Vega



Amo en ti
a todos los amantes que pasaron
-rostros en la sombra
del negado sueño a los recuerdos-
viento fugaz y sin huellas
sobre mi territorio intacto.

En ti, amo
también,
a los que conmigo ardieron
y se quemaron sobre mi piel
hasta volverse ceniza.
Polvo de recuerdo
desmenuzado.

Y…amo en ti
a los que amé, y he odiado,
a los que de mí hicieron lacería
triturando mis sueños y mi carne
hasta dejarla rota
esclava sumisa
de las lágrimas.

Por eso en ti, amo
a todos los amantes:
al amor claro
y al amor oscuro.
Amor total
ancho, largo y hondo
como la muerte.



Poema Safo A Cleis de Luz Méndez De La Vega



Me amo en ti
y
en tu figura,
me miro,
transformada
con la forma de mi sueño.

Al acariciarte
es mi reflejo
el que acaricio
narciso
en el espejo de tu cuerpo.

Me miro, as?
toda yo
vuelta carne tuya,
belleza que mo,
seda que acaricio
en tus mejillas.
Sabor de tu piel
en la blanca corola
de tus senos
y en la oscura y dulce fruta
de tu sexo.

Lenta y deleitosa
te recorro
con mis dedos
más sabios en formas
que los de Fidias,
y vuelvo
un cinturón de oro
mis brazos en torno
a tu cintura,
mientras
ávidas
mis piernas
-como lianas-
se enredan en las tuyas
al tiempo que no hay límite
entre tu boca y la mía.

¿T?o yo?
¿Cuál soy?
¿o cuál t?eres?

Fundidas en el placer
todo se borra,
y sobre el lecho, entre
los deshojados jacintos
de las rotas guirnaldas
-con que nos adornamos
para el íntimo festejo-
sólo s?
que soy llama
encendida en tu aliento.

Enajenada en ti
sin tiempo
y sin fronteras.
Perdido el borde
de mi cuerpo,
en las oscuras aguas
del orgasmo,
me entrego hasta morir
en tu belleza.



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