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Poema Sin Domingo de María Eugenia Caseiro



Era de granizo el verde derramado
junto a la blancura el pájaro de hielo.
El cielo nace al hombre atento
que mueve el pan nerviosamente,
lanza migas, borra la pregunta
y atado a su parque ya es carámbano.
Digan lo que digan no te importe
el canario comprimido que no muerde
ni que crezcan retoños a la ausencia.
La bisagra engrasada ya no canta
y el sol, que se hizo viejo allá en sus puntas
esperando que cayera
la palabra en el escaque justo,
ahora chorrea otros fractales
con mazmorra en el poniente.
Desde ayer media naranja es una flecha
o puede ser la luna, una mujer la puerta
un perro el laberinto en que se pierde un hijo
un fulgor la hora en que los hombres mueren
madera de pluma el sacrificio,
el ojo una inquietud por donde duele
un fósforo la búsqueda
un pez la buena o mala suerte.
No hay piedad en el labio que se ofrece
ni color en el secreto que no nace.
Oh! Dios, que nunca se te ocurra celebrar
con los brazos en alto como arquero
pesar las espaldas convertidas
y allí donde tu fuego espera
no encuentre ritmo nuevo.
¿Qué hacer con el polvo amontonado?
¿días como rayos relucientes?
Las flores se chorrean, no hay sonrisa
que se anime a salir de entre las hojas.
La noche mueve su perfil sobre los muebles
la luna presagia desembarcos
tu cuerpo sideral respira
por la boca en que el amor se pierde.
Váyase usted amargo sol que ya no hay forma
de rascarnos donde no nos duele.
Las vidas que han pasado ya no chocan,
¿que labios van a darnos vida y muerte?
Los hijos de la sed desesperados
se tragan las cortinas y deshojan
alguna margarita sin que nazcan
violines rumiándole al oído
Isla de mis islas sola
cáliz de arena este domingo.

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



Poema Saltar de María Eugenia Caseiro



Saltar de alguna forma el mediodía
crecer en el crepúsculo
tocar la yema
fruncido el llanto. Vernos
inmensamente labios desnudos
enfrentar tu nombre
mi nombre, nuestros nombres
nunca abandonados en los parques.

Acaso el polvo en sus cuatro estaciones
nos sepulte.

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



Poema Retrato de María Eugenia Caseiro



Una mujer en negro y blanco
detiene el minutero
se cruza de brazos
sin alfileres
sin tuercas
no sabe llorar
espera
que todo haya terminado
que sus zapatos la lleven
donde no hay calumnia.

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Poema Residuos de María Eugenia Caseiro



Primero.

Duelen las farolas. Un papel
volante gris escapa
la calle que me lleva al parque
regresa a mi
al ojo de mi padre
abriéndome la puerta.

Segundo.

Alrededor las formas
que vagaron
la vida más querible
cuando aún no la sabía.
Después todos los bancos
lánguidamente recostados a mi espalda
fueron tibio hospedaje del adiós.

Tercero.

Eran tus manos de azahar
dormidas sobre mí,
besé llorada la pintura
que rompió la noche
-dos mitades como dos fantasmas
aplazaron el mar-
nosotros sombra tumbada
en el instante en que te pierdo.

Cuarto.

Y así reconocimos el amor
que habíamos usado
tanto tiempo tanto tanto
ajado en los cajones a limpiar
enjabonados aposentos
soy aún el cuadro a remozar

Quinto.

Quedamos olvidados
en las tablas,
apenas un galeón
nos mira y pasa. El casco
hundido no nos ve
cubiertos de salitre
¿a quienes reclamar
nuestra verdad?

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



Poema Pasos de María Eugenia Caseiro



Plata encendida tus pasos de romero al sol
mis pasos
bruma y montaña el mundo nuestro
aposento en que te ríes
reímos la extensión de transvelar
nuestras naves al desvelo
volar volar volar

única circunstancia
de ti sin ti descarnado
tan tuyo, tan mío sin ti
sin aquel que nunca fuiste
no vale un astro, no vale mar
no vale cielo cegándonos.

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



Poema Olvidado De Silencio Y Mancha de María Eugenia Caseiro



Los silencios deben parir por ende
silencios para permitirte sentado en el origen
nuevamente elegido tú mismo rey de tus melancolías
encontrarte.

Una oscuridad nace en tus alas
te amordaza los pulmones novios
bajo el humo en la basura trazada
con el pelaje disperso de las fieras
peleándose un pedazo de luz?
sombra raída abismo recorrido
maletines con secas melodías
por donde la voz ya no asoma.

Y dejas de creer en el mendigo
que va cubierto con tus ojos hasta el atardecer
engullido en la rambla sobre el puente seco por el sol.
Sin saberlo tú mismo caes de la cruz de tregua y evasiva
en una mancha de tu abrigo muerto
arrugándose todos tus silencios
en la distancia de incalculables brazos que te mienten.

Atado lento a ciegas
abrigas la sed y la mueca entrelazadas
como un ojo marchito en el anuncio
se te olvida el cómo el dónde
y las garras del adiós dan el zarpazo
en la cara de lo que viste partir
al sucio de la espina clavada
que correrá de nuevo por tu sangre
-puño que conoces-
a exprimirte otra vez el corazón.

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



Poema No Soy Yo de María Eugenia Caseiro



Porque el mar se ha quedado
putrefacto en otra orilla,
yo inconforme,
con mis párpados ceñidos al calor y al verde claro
de una isla,
de un fulgor,
estas plumas que han crecido en mí
ya no me bastan.

Lloran también en mí
todas las castas
-y la ciudad de papeles recortadospara
ser lo que no quiero
en el destierro de mi misma
en esta calma de mis pies
que acampan en el nido
de otro mar que no me busca.

No soy yo la que miraba
en el cielo, desmembrado
el impudor, la costumbre
no soy yo
la que nadaba dormida, ciertamente
toda el agua
sin errar un solo pie
o un solo brazo en el silencio
que me amaba
hasta saber de memoria mis latidos
yo sus polvos y sus marcas
en el ruido
con las cuerdas de estos dedos que bordaban
los manteles sin saber de despedidas
ni nostalgias.

Esa voz que ahora me suple
y su sombra indefinida en la dureza de un adiós
luego me canta.
Ha llamado inútilmente,
en secreto a los fantasmas
de la piel que la olvidaron.

Y la máscara,
que a veces me sonríe con una risa empolvada
con una mueca de niña
con unos ojos lejanos
clavados en la playa que fue suya,
en la calma,
que busca los precipicios
para gritar en silencio
con el eco desdoblando
la caricia deseada;
de una ola,
de una huella,
en las agrias baldosas de estos pies
que ayer buscaban
su justo lugar entre las cosas
y hoy desean conciliarse
con sus antiguas pisadas.

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



Poema Nadas de María Eugenia Caseiro



[1]
Enraizada la costumbre confluye sin reposo
en ti, en mi, en nosotros verso adentro
no te busca el letargo en otro cuerpo
en lo que ha quedado de todo en ti
en lo que ha quedado de ti
en lo que ha quedado
sin ti.
[2]
desde el tiempo imperdonable
no saben cómo mis manos
cosen gris a la costumbre
ablandando la huida
desde entonces
desde el grito
desabrido
muerto.
[3]
Velasombra en lunijunta sangre
de tu sangre que es mi sangre
cerrada cumplida perfecta
amarilla inevitable
costumbre de ti
de ti sin ti
te lleva
[4]
Lo que no emplea siquiera costumbre
lo que guarda tibio reposo dentro
dentro dentro adentro
que esconde el día dentro
la noche dentro, todo
ese camino cerrado
padecido, mustio
último.

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



Poema Me Niego de María Eugenia Caseiro



He estado a punto
de emblanquecer como los ángeles
cuando el labio con que soplo el talco de los días
borraba la esfera del reloj
cuerpo de pájaros que aún me late.

He estado a punto de salir volando
en el ala lenta de las hojas
que espera una mano sin nombre
llenando crucigramas en la inercia,
sin profanar la mansedumbre
retenida en la blandura de la espalda.

Un rumor de secretos detrás de cada puerta
me lleva por las calles
sobre pies de plegarias
con zapatos de viento conmovido
apagando los pequeños incendios de la tarde…

pero yo me niego
me niego a ser un ángel.

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



Poema Llanto Por Unos Zapatos Muertos de María Eugenia Caseiro



Estoy llorando en el paño roto de la noche
y mi niñez que ahora no me entiende
reniega de mi llanto.

Estoy inmóvil y desnuda
frente a la oscuridad del viento
encendiendo una vela blanca
al alma de mis viejos zapatos muertos.

Estoy enferma de sueños sin fuentes
contagiada, de esa terrible y blanca pena
de saberme cierta
sin vestidos de ayer en pleno vuelo.

Estoy llorando ahora
por la sombra increíble de mi propia lágrima
por la hoja en blanco sin sonrisa
por la ausencia de todos los discursos
viajando en el tren de tan poca memoria.

Estoy alumbrándome de antiguas lunas
del sucio brillo en aquellas farolas.

Estoy llorando la fijeza del tiempo
posada en el renglón que me aprisiona.

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



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