poemas vida obra n

Poema Nube de Néstor Martínez



La sombra de la nube
Nos cubrió
Delicada, suave, tibia,
Se pegó a nuestros pasos
Se entretuvo con nuestras sombras
Oyó nuestros susurros
Oyó nuestros secretos
Juguetona,
Se alejaba y regresaba
La sombra de la nube…



Poema Naturaleza Viva de Néstor Martínez



Recorre la tronante voz del dios,
el ancho y largo cielo.
Amontona las nubes grises,
revuelve los vientos de los cuatro puntos cardinales,
los lanza con furia sobre los usurpadores de su reino.
Tiembla el frágil ser humano ante el retumbo prolongado,
ante el rayo que castiga al intruso de la Tierra,
el que debe pagar las ofensas a la Madre que lo acogió en su seno.
Es la inaplazable tormenta,
con la que satisfacen la sed animales y plantas,
con la que el dios reafirma su promesa
de mantener la vida eterna,
con la que siempre ahoga las esperanzas inútiles…



Poema Naturaleza Muerta de Néstor Martínez



He alzado mis desnudos brazos
hacia el cielo
rogando agua,
sin respuesta.
He hundido en las entrañas de la tierra
mis nudosos dedos
en busca de la fuente,
inútil.
He alzado mi delgado cuello
oteando el horizonte
en busca del oasis
y sólo veo arena.
Muero de sed
esperando la lluvia milagrosa
mientras
sigo cayendo
bajo el filo del hacha?



Poema No Quiso Ser de Miguel Hernandez



No conoció el encuentro
del hombre y la mujer.
El amoroso vello
no pudo florecer.

Detuvo sus sentidos
negándose a saber
y descendieron diáfanos
ante el amanecer.

Vio turbio su mañana
y se quedó en su ayer.

No quiso ser.



Poema Nanas De La Cebolla de Miguel Hernandez



La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.



Poema Noche Perdurable de Miguel Arteche



Apóyate, noche, sobre nuestros pechos: éntranos
en tu centelleante oscuridad.

Noche de los amantes que yacen sepultados,
noche de la serpiente que nos acecha siempre.
Solemne y alerta
apóyate para cantar en nuestros pechos. Apoya
tu cabeza en los muslos del solitario:
hazlo fulgir, haz que su llama brille un momento,
haz que su fuego se eleve a tu cabello estrellado.
Sobre las llamas de nuestras vidas desiertas,
tú, la gran errante, vienes sobre nosotros.



Poema No Hay Tiempo Si En El Agua De Diamante de Miguel Arteche



No hay tiempo si en el agua de diamante
que roza nuestros cuerpos
tú y yo nos sumergimos : el agua tuya con el agua mía
de tu boca , y apenas el hundir
de los secretos labios en el mar.
Sólo tu piel abierta
como la abierta noche de la noche
donde tus muslos amanecen.
Y el silencio en los olivos.



Poema Nocturno A La Distancia de Miguel Arteche



Ahora, allá en los años, en los lejanos años,
desde ese tiempo de oro, desde esos días altos,
vuelves, niño lejano, tapia bajo la luna.
Regresas a esta ventana, tarde llena de viento
sobre el mar. Regresas, noche llena de angustia,
y doblas tu cabeza, oh niño ya perdido.

¿Dónde estarán los seres que atravesó tu infancia,
desde dónde regresan, desde dónde la nieve
que ama el volcán lejano penetra por tus ojos?
¡Oh fauno impalpable, caza los restos
de los perdidos rostros, júntalos esta noche,
reúne sus amores, sus mentiras, sus rabias,
y deja que yo acaricie aquello de sus vidas
que en otro tiempo pude haber amado; deja
que viva en cada uno -¡oh cazador nocturno!-,
deja en mi pecho ahora para siempre una noche,
y por lejanas costas, en países sin nombre,
déjame que abandone un poco de mi muerte!



Poema Nostalgia De Papá de Miguel Antonio Jiménez



Antes de que mi rol encontrara su toga
en los gruesos ribetes de la vida
tú soñaste mi sueño en tu vigilia
mirando en tu recuerdo las grietas de la luna
desde tu voz cansada al agua de la luz
donde la noche se ve desde tu cama
espíritu sereno de la vida
donde se curan todos los veranos
tus zapatos vacíos corrigen mi trabajo
y traen tu imagen de mar de Consuelo de Macorís
y me gusta pisar con ellos la nostalgia
y escribirla como ahora en tu sudor
la tierra sobre el tiempo te va cubriendo de agua
y un haz de transparencia te proyecta ante Dios
se va desparramando en mi garganta
como bandera amada en mi interior
para decir colores que apunta tu conducta
como rosa en su otoño tu entusiasmo prendía
en el latido manso de tus hijos
punto de soledad que imantan tu recuerdo
profunda la luz me suspende en la nada
sobre tu sombra crece un cuerpo
que dibuja futuro y archipiélagos
voy captando tu huella al tacto de la luz
y es amarga la música que define tu fuga
y tiene tu nostalgia cierto sabor de pan
cuando pregunto al tiempo la estancia de tu hacer
y hay una seca lluvia en el olvido
que va opacando el tiempo
tengo un silencio lleno de preguntas
robadas a los ojos de todos mis hermanos
y sílabas se gastan en el erizo mudo de la pena
y las palabras dudan ante el signo
porque hay más vida que tierra en su lenguaje
porque papá llevaba retozos de rocío
en el ángel de agua que nublaba su iris
sostuvo su costumbre hasta el final de tiempo
fuego de oro que arde en la pureza
pasos de mar en un nocturno rojo
deja que en mí palpite como temblor de aves
tu responsable nido
en el reloj tu vida es otra vida
y en las líneas de frío de la palabra
tu voz nos sigue hablando del mañana
más notorio que el día por ser más hondo
caminando en los bordes del amor
en el deseo sin fin del pensamiento.



Poema Noche de Miguel Antonio Jiménez



?La noche exacta que precede a la última?.
Aime Cesaire

?Pues hoy derrama noche el sentimiento?.
Quevedo

El mar está en los ojos de la noche
rumor disuelto de la nada en música
subiendo en la canción al fondo de los sueños
la mirada te moja tu íntima dulzura
en el agua escribe tu origen el crepúsculo
transparente sonido de una forma la luna
instante de eternidad luz de los días
se desparrama en su desmesura
y un pájaro invisible pica el placer de Dios
inmenso seno de las revelaciones
hondo rincón donde el hueso germina
de nubes el vacío abre los labios
luz de carne atada a los rayos del alma
toda alma es un lamento un fin un gozo
el arte está en la melancolía de la noche
pausa donde la novela crea la magia
resbalándose como imagen de hielo
donde imaginas y sueñas y perdonas
el dibujo que te hago en el pecho
para borrarlo consumiéndote hasta el alba
y te elevas rosada como piel de harina
desmoronándote en el goce
donde sube la noche sus niveles de sal
y el deseo te nace como piedra bronceada
noche de mil y una en el trigo que nace de tu noche
punto donde el espíritu y la piel la guerra hacen
entre tu sed y el cuerpo transcurre una agua curva
que vibra extinguiéndose
en el ojo del tigre donde el amor se raya
y se miran pintando los labios que posees
torbellino enroscado en el azar
ladridos de sombra transmiten el sonido
de la vida en un tenso cordón de claridades
y recorriéndole como esperanza nómada
un animal en fuga que estudia la sombra
como suerte crecida que viaja en el río
simple como la culpa y el presagio
lentamente en el fondo peces negros sueñan
relinchos destilados de sus mitos
tan larga la noche que el diamante estalla y se borra
creciendo con la noche de si mismo
noche ciega nacida a flor del alba
donde escuchan los siglos el tacto de la nada
sentimos la palabra perderse en nosotros
y trascender con la noche en el poema
devorada perla que circula en la sangre
una noche podada de otra noche
una sed vencida en otra sed
de lo eterno el punto cero imagina
un verano de Shakespeare una línea de Borges
porque los acaricias con sus llamas la noche
un ave que se quema es la luz inflamada
y en lengua nuestra canta el viento tu forma
al hollarme sigo siendo oscuridad
porque la noche no es alta sino hondo
tierra en que la rosa arde
oyendo en tu temblor de aves
un mundo alterado en tu desnudo
triste luz donde el sexo te muerde la palabra
como un breve disparo que se llena de alas
hiriendo de vuelo los minutos vacíos
limite del gemido parecido a mi boca
donde ondulan del ansia los sonidos
prudencia que diluye círculos de formas
un murmullo tenso y tibio donde la sed se hilvana
la noche lunar donde hormigueo el beso
donde el libro aletea capítulos de agua
hondísimo el pez en el contacto fluye
hélice revelada en que giras tú
verbo donde arde tu desnudo impetuoso
vibrando como raíz mineral o gusto líquido
mi fuego incinera la noche amándola hasta el polvo
universo pensado que se cae de sus bordes
hondura en viaje donde la magia se suicida
en azabaches
como lo estampó Byron para amar se hizo la noche
lienzo en el tiempo de un resplandor de nada
hacia adentro teje la araña los ojos de la noche
que en la ausencia nos miran
hueco frío que sueña en su lecho de voces
en tu mirada cómplice desde esos lagos negros
sueño de muerte donde la luz se funde con tus besos
la chispa crea la llama hace la hoguera
fuego trágico fértil decisivo
en el cráneo del tiempo donde danza la vida
en el deseo que imanta la pasión de la huida
pulmón asimilado por el vuelo
agujero de hojas como voces izadas
liquen de noche en el color de los jardines
hueca la rama imanta el vacío
y a sí misma la noche se sucede
paralela como todas las noches
ésta obedece al clima de tu aire
como una ficción que nos integra al cosmos
inédita en su negro la noche nada en su estilo
toda alma es un lamento un fin un gozo
nos va incluyendo en el portal de ser
la humilde abreviatura del amor
y alzas la vista y escudriñas y lees
la jornada imaginaria que termina en mis labios
la noche nivel donde la luz se alía a la forma
suma donde te vivo y te maduro como tierra que sube
y tus colinas ondulan la música del aire
girando en tus pezones como soplo de noche
esos panales tiernos que saboreo en efusión de vida
donde el cuerpo goza del alma
y en su sustancia espesa uvas negras germinan
encendida en la sobra que la noche resume
sólo tu madrugada ha visto sueños de colores no vistos
el fantasma de fiebre de tu cuerpo llovido
con esa lentitud de las horas quemadas
donde gotea la noche en su íntimo rocío
imantando la piel como época lejana
la emoción mata la noche en la frialdad del ruido
puntualiza el olvido las formas del recuerdo
el silencio se mece en el salto del agua
y una sola es la noche del deleite
y uno solo y eterno es el poema.



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