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Poema Promesa de Marié Rojas Tamayo



Ama a la mujer
Y no al fantasma.
Toma los defectos que te ofrezco,
Desdeña las ilusiones,
La figurativa imagen de perfección
Que has ideado
Porque soy de carne,
De humanidad,
De años transcurridos,
De recuerdos hecha.

He visto correr demasiadas lágrimas
He caminado tanto que he extraviado mi camino
En más de una ocasión.

Porque soy imperfecta,
Ámame.

A cambio, te prometo
Amar el rostro que tengas al despertar
Sea cual sea.
Regalarte sonrisas cada día,
Amar también tus momentos más oscuros,
Tus arrugas,
Tus malhumores,
Tus tristezas,
Los callos de tus manos,
Las canas en tus sienes,
La persona en quien te conviertas
Con el paso inclemente de las horas.

Prometo llenar de ti mis pensamientos,
Dedicarte cada minuto de vigilia
Y, cuando el sueño me visite,
Prometo amarte mientras duermo.

(De Cita a ciegas, poemario inédito proporcionado por la autora)



Poema Paisaje de Maricruz Patiño



Ya lleva el viento su canción por el valle
y en la rama estalla una flor de plumas con su canto
batir de alas en el silencio de la campana

Son casi las seis y en el árbol
los pájaros tienen una fiesta.



Poema Puerto de María Victoria Atencia



Para Biruté Ciplijauskaité

Escucho las campanas del puente de los barcos:
septiembre es mes de tránsito y una goleta viene
a llamarme a las islas, o el cuarto se desplaza
lentamente. ¿Quién parte
junto a los marineros o quién roza mis muebles?
Oh puerto mio, acógeme esta tarde,
envuélveme un pañuelo de lana por los hombros
o llévame en un cuarto de roble mar adentro.



Poema Por No Tener de María Sanz



Si yo hubiera tenido
las palabras exactas
para huir cuando, oscuro,
me cercaba el silencio;
si yo hubiera tendido
lo que a todos concede
la vida, para luego
morir en paz, quién sabe
si ahora escribiría
estos versos, como única
constancia de mis bienes.



Poema Pensamientos De Otoño de María Monvel



I

Inquietud de Otoño,
soledad de los parques,
tristeza de las cosas,
languidez de los árboles,

cielos de esmaltes grises…
Otoño, oro y blancura,
¡tu sol es blanco y frío
como la luna!…

Nacen en ti los vientos,
hijos son del Ogro,
y roban a los parques
sus tapices de oro.

Otoño pensativo
Otoño de la tierra,
¡para mí has sido , Otoño,
la primavera!.

II

De jugar cansadita
a la madre te acercas,
juntando a mis mejillas
tus mejillas de seda.

Mi inquieto amor te atrae,
mi inquieto amor te besa…
¿Eres mi primer hijo
o mi última muñeca?

¿No tienes frío, dime?
El Otoño comienza …
¡Que te importa el Otoño
si soy tu primavera!.

¿Que te importa que el viento
silbe iracundo afuera?
¡Otoño es de los niños
que tienen madre muerta!



Poema Palabras De Un Amante de María Monvel



a Luisa Ackermann

Como yo del amor me entrego a la corriente
y sumerjo, en las aguas a que me he abandonado,
mi corazón, y estrecho contra mí , locamente,
un ser idolatrado.

Yo sé que sólo estrecho como una quebradiza
forma, que puede helarse de pronto, sombra vana,
y que ese corazón de llama y ceniza
será polvo mañana.

Y que no saldrá nada. Ni una chispa siquiera
que se huya a esa mansión romántica imposible…
Polvo no más, y acaso una piedra ligera
con la muerte impasible.

Y han de venir serenos en la postrera hora
cuando la carne del espíritu se evade,
ante aquellos despojos donde el alma no ora
¡a hablar de eternidades!.

¡La eternidad! Extraña y tremenda amenaza
al amante que gime destrozado en su duelo;
lanzarle aquella frase que enloquece y abrasa:
¡ la eternidad, el cielo!

¡El cielo aún ! detrás de aquel hoyo profundo
¿ se abriría al objeto de mi pasión celosa?
No quiero, entre ella y yo, los abismos de un mundo,
basta con una fosa.

Se me replica en vano para calmar mi llanto
el ser del cual la muerte sin piedad te separa.
¿Qué dirías si el cielo que tú maldices tanto,
por fin, te lo entregara?.

Entregármelo ¡oh Dios!. mas, distinto, cambiado,
con otros pensamientos y otro amor diferente,
sin que quedara en él nada del ser amado
¡y amado locamente!

¡Ah, no ! ¡ Qué todo muera con ella! Lo prefiero
y no encontrarla nunca, no verla nunca más;
que el dolor que en sus garras me destroza prefiero
¡al consuelo que das!

Y ahora, cuando siento bajo leve caricia
mi corazón que vivo palpita apresurado,
mientras sobre hondo caos, en olas de delicia
le mantengo estrujado.

Sin pesares inútiles y sin amargas quejas
me dejo así mecer por la cruel realidad.
No quiero, ¡oh,Dios! que , loca quimera, por mí tejas
tu absurda eternidad.

¿Qué haría yo de aquel más allá insoportable
yo, que no soy sino ternura y vehemencia?
Mi cielo está aquí abajo, horrible o adorable.
¡No quiero tu clemencia!

Durar no es nada, al fin, madre naturaleza,
y si el amor se enciende bajos tus hondos ritos
que importa el ser fugaces, si habemos la certeza
¡que somos infinitos!.

Voluptuosidad es sublime heroísmo
lanzar en el vacío la mirada perdida.
Se ama más hondo cuando se ama sobre un abismo.
donde oscila la vida.

Cuando venga la muerte y este lazo invisible
se deshaga de pronto que nos sujeta ahora
y sienta yo en el alma la agonía terrible
de su postrera hora,
tendré valor. Mi propio dolor me dará brío
ante lo que nos va por siempre a separar.
Y habrá bastante amor este corazón mío
¡para nada esperar!



Poema Poema Del Desamor de María Mercedes Carranza



Ahora en la hora del desamor
Y sin la rosada levedad que da el deseo
Flotan sus pasos y sus gestos.

Las sonrisas sonámbulas, casi sin boca,
Aquellas palabras que no fueron posibles,
Las preguntas que sólo zumbaron como moscas
Y sus ojos, frío pedazo de carne azul.
Días perdidos en oficios de la imaginación,
Como las cartas mentales al amanecer
O el recuerdo preciso y casi cierto
De encuentros en duermevela que fueron con nadie.
Los sueños, siempre los sueños.

¡Qué sucia es la luz de esta hora,
Qué turbia la memoria de lo poco que queda
Y qué mezquino el inminente olvido!



Poema Pasos de María Eugenia Caseiro



Plata encendida tus pasos de romero al sol
mis pasos
bruma y montaña el mundo nuestro
aposento en que te ríes
reímos la extensión de transvelar
nuestras naves al desvelo
volar volar volar

única circunstancia
de ti sin ti descarnado
tan tuyo, tan mío sin ti
sin aquel que nunca fuiste
no vale un astro, no vale mar
no vale cielo cegándonos.

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



Poema Por Poco Jaicus de María Eloy – García



cuando te vea dirás que estoy ausente
y lo estaré, pero entiende que no puedo pasar
del milímetro de las cosas al kilómetro de ti

un órgano muscular en la cavidad de la boca
por la que te gusto y te degluto y articulo
tu nombre ésta es mi lengua

el éxodo de los pájaros
puso entre comillas
a una ciudad entera



Poema Polvo Austrohúngaro de María Eloy – García



te tomé yo por el asedio de viena
rondándome por los ojos el ejército germanopolaco
de tus dedos dudando de mi dieta
de repente sudando
santa alianza antiturca ofensiva
me conquistas hungría (tú sí que sabes lo que me gusta)
pero no me toques belgrado/
aún así tú dispuesto y por la fuerza
me arrebatas me fascinas sarajevo me dislocas transilvania
qué desastre de paz 1687
se me sublevan los balcanes
yo miro cómo me tocas y trato de moverme encima
eduardodesaboya debajo
pero te tengo cogido por el danubio/
pensar que me hiciste (austriahungría imprecisa)
la más perfecta imposición de lengua
ya no administrativa sino colonial/
que a algunos turcos vencidos todavía hoy
nos cuesta asentarnos en cualquier sitio



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