poemas vida obra ramon lopez velarde

Poema A La Gracia Primitiva De Las Aldeanas de Ramon Lopez Velarde



Hambre y sed padezco: Siempre me he negado
a satisfacerlas en los turbadores
gozos de ciudades ?flores de pecado?.
Esta hambre de amores y esta sed de ensueño
que se satisfagan en el ignorado
grupo de muchachas de un lugar pequeño.

Vasos de devoción, arcas piadosas
en que el amor jamás se contamina;
jarras cuyas paredes olorosas
dan al agua frescura campesina…

Todo eso sois muchachas cortijeras
amigas del buen sol que os engalana,
que adivináis las cosas venideras
cual hacerlo pudiese una gitana.

Amo vuestros hechizos provincianos,
muchachas de los pueblos y mi vida
gusta beber del agua contenida
en el hueco que forman vuestras manos.

Pláceme en los convites campesinos,
cuando la sombra juega en los manteles,
veros dar la locura de los vinos,
pan de alegría y ramos de claveles.

En el encanto de la humilde calle
sois a un tiempo, asomadas a la reja,
el son de esquilas, la alternada queja
de las palomas, y el olor del valle.

Buenas mozas: no abrigo más empeños
que oír vuestras canciones vespertinas,
llegando a confundirme en las esquinas
entre el grupo de novios lugareños.

Mi hambre de amores y mi sed de ensueño
que se satisfagan en el ignorado
grupo de doncellas de un lugar pequeño.



Poema A Doña Inés De Ulloa de Ramon Lopez Velarde



Blanca flor de los claustros, irrisorio
capricho de don Juan, me abraso en gana
de platicar contigo, bella hermana,
en la paz del oscuro locutorio.

Mi cabeza en tus senos, el mortuorio
recuerdo evocarás de noche arcana
en que oíste la voz de la campana,
en brazos del sacrílego tenorio.

De tus monjiles hábitos, contritos
absolución demandan mis delitos;
dales la luz de tu inviolada toca

a las tinieblas de mi noche oscura
y haz llover en mi erótica locura
los besos conventuales de tu boca.



« Página anterior


Políticas de Privacidad