Poema La Puerta De La Oficina de Rubén Izaguirre Fiallos
Veo una mujer
a través del vidrio.
Va abrigada
y no hace frío.
Intento besarla
a través del vidrio,
pero el vidrio,
está frío.
Amor Amistad Familia Infantiles Fechas Especiales Cristianos
Veo una mujer
a través del vidrio.
Va abrigada
y no hace frío.
Intento besarla
a través del vidrio,
pero el vidrio,
está frío.
Ya para dormir,
Rubén ha puesto sus sueños
sobre la cama y, muy serio,
me ha dicho:
-Papá, cuídelos, que nadie me los toque,
mire que aún no los termino.
Yo, ya vengo, sólo voy a tomar
un poco de agua,
porque esta noche,
les he prometido,
llevarlos a conocer el mar.-
-¿Papá, verdad que la luna está llena?-
Sí, mi amor, la luna está llena.
-¿Será por eso que no podemos entrar?-
-¿Verdad, papá,
verdad que esos niños sólo están muertos
en la pantalla del televisor?-
-No, mi amor, esas criaturas
ya no existen en la realidad; se han ido,
ya no están, sus cuerpos
pronto serán unos esqueletos-
-Ya sé papá, ya sé:
apaguemos el tele
para que la muerte se detenga
o cambiemos de canal
para que se vaya
a otro lado.-
Mire papá,
alguien puso
una hamaca blanca
en medio
de aquellas
dos estrellas.
Cuando vuelvas,
tocá mi puerta.
Si no abro,
tocá mis labios.
Si no hablo,
tocá mis ojos.
Si no veo,
tocá mi pecho.
Si no respiro,
Reza por mí.
Ayer murió
Agustín Lara
y hoy mi papá hace fila
para ver su féretro.
Mañana, yo, voy a nacer.
1
Mira Rosario,
yo no quiero vivir con tu ausencia.
Te lo digo,
no quiero pasar el resto de la vida
junto a ella, hacerla mi mujer,
pedirle la cena.
Tampoco que te escondas
en mi memoria
y te quedes ahí sin cumplir años,
sin darte un beso.
Lo que quiero
es que vueles ahora mismo,
que saltes de inmediato
hasta mis brazos.
¿Entiendes?
Que desaparezcas
del lugar en donde vives
y te vengas a habitar
entre mis manos.
2
Este bueno para nada,
este inconsciente,
este vengo mañana
y no regreso nunca.
Infiel,
conformista,
desgraciado.
Este niño que todavía soy
esperando a su madre
en la esquina de la casa,
poseído,
inconstante,
caprichoso.
Este mal pensado,
este hijo de Dios,
pordiosero,
miserable,
sospechoso.
Pequeño,
pequeñito,
miope.
Este inculto,
iletrado,
analfabeta.
Este salvaje con índice académico,
victimario,
suicida,
revoltoso.
Este triste estropajo con camisa.
Este hombre con recuerdos
que lo muerden,
ofendido,
humillado,
deshonrado,
soy yo,
el que te quiere,
el que te espera.
Naciste en Armenia,
pero te fuiste a vivir al mundo.
Tres nombres: José Vasconcelos, Enrique Gómez Carrillo y Antoine de Saint-Exupéry.
Tres camas, seis piernas.
Para mí, eres la mujer más bella del mundo,
la insigne guanaquita que pude amar el resto de la vida.
Ah, Consuelo Suncín, Condesa de Sonsonate,
te comiste el mundo,
para enseñarnos su esqueleto.
IV
El amor
es un fantasma
hediondo
entre tu boca
y la mía.
VI
Tegucigalpa es una
fruta de navajas
que se deshace
nerviosa
en mis brazos.
IX
Qué puedo
hacer con esta mujer
tibia, firme, desnuda
que no quiere salir
del televisor.
XII
No sé
por qué
me duele
la cabeza
si ya no
la uso.
XIV
Pongámonos de acuerdo por favor,
son los cuerpos los que van sobre las camas,
no las camas sobre ellos,
son los muertos los que visitan a Dios,
no los vivos,
soy yo el que te ama,
no vos.