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Poema Un Día Volveré A Tus Ojos de Mario Meléndez



Un día volveré a tus ojos
y comenzaré de nuevo
volveré con un sonido hueco de metal
y sol mojado
buscaré entre los papeles del tiempo
tu cuerpo verde y tus cabellos de uva
te coronaré en silencio con mi boca
y con mis manos que no terminan
Volveré por ti y por tu sangre estrellada
viendo pasar la tarde como una sombra antigua
algo se romperá allá arriba y no seremos nosotros
algo se quemará de pronto con el eco de tus sábanas
Y volveré más vivo, más puro, más hambriento
y volveré volando y desgarrando plumas
todo lo haré por ti, todo en silencio
que hasta los gallos prolongarán la noche
cuando te vean desnuda



Poema Una Brisa de María Victoria Atencia



Con no previsto acuerdo a mitad del verano,
en el torpe sofoco del hueco de la siesta
me recorre una brisa, nuca abajo, la espalda.
Me doblego al quehacer de su oficio envolvente,
y al sueño al que me entrego, mientras arde la tarde
en la impasible llama que no consiente tregua.



Poema Una Palabra de María Sanz



De nada sirve abrir una palabra
y vaciar por ella lo más duro,
lo más incomprensible, si no tienes
fuerzas para cerrarla cuando llega
la hora sin minutos del silencio,
cuando todo es espejo de tu solo
suspiro helado, voz que nadie toma
entre sus labios para convertirla
de nuevo en tu palabra y en la suya.



Poema Un Sitio En La Palabra de María Sanz



La verdadera historia no se escribe
sin dar al fracasado
un sitio en la palabra.
Y qué mejor motivo para hacerlo
que encontrar esas huellas
de los días envueltos con la propia renuncia,
ese final escrito sobre el aire.
Quién oyera la voz incandescente
de aquél cuyo silencio es su enemigo
y se sabe orador, y se responde
con la locuacidad de la derrota.
El hundido conoce como nadie
el sombrío dolor, la llama fría
que propaga su intento
de vivir, de alumbrarse.
Pero calla la vida, todo calla.
La verdadera luz se enciende sola.



Poema Un Remanso Del Arno de María Sanz



Al llegar a Florencia, se entrelazan
luminosos recuerdos con vivencias
de cercana ebriedad. Transcurre el día
plasmado en asimétricos espejos
que un remanso del Arno desdibuja.
Al llegar o al partir, qué importa entonces
si atraviesan el tiempo las palomas
del alma… Quiero aquí bajar mis ojos
al húmedo cristal donde se funden
un escorzo, una cúpula, un ducado.



Poema Un Ardiente Rumor Como De Labios… de María José Flores



Un ardiente rumor como de labios

tu voz tu grito es la espesura que arde
que ilumina la orilla
una queja tan dulce que humedece los ojos
que funde las nevadas y los siglos



Poema Unico Poema de María Eugenia Vaz Ferreira



Mar sin nombre y sin orillas,
soñé con un mar inmenso,
que era infinito y arcano
como el espacio de los tiempos.

Daba máquina a sus olas,
vieja madre de la vida,
la muerte, y ellas cesaban
a la vez que renacían.

¡Cuánto hacer y morir
dentro la muerte inmortal!
Jugando a cunas y tumbas
estaba la Soledad?

De pronto un pájaro errante
cruzó la extensión marina;
?Chojé? Chojé?? repitiendo
su quejosa marcha iba.

Sepultóse en lontananza
goteando ?Chojé? Chojé??;
desperté, y sobre las olas
me eché a volar otra vez.



Poema Un Nuevo Oficio de María Eugenia Caseiro



Mirar desde la altura de un padrenuestro las azoteas envueltas
en la niebla, los amores furtivos, las peleas de vecinos y las
cabezas de los paseantes, es un oficio que se pierde en los
balcones de las viejas usureras y escurridizas como lentejas en
días de hambre.
No hay nada como ir en pos de la puerta deseada sobre los pies
desarmados de cadenas, libres de pisar las colonias de
hormigas que acampan y duermen debajo de los árboles;
caminar sin tiempo y sin penitencias para dejar en la tierra, al
menos una leve huella de pisadas.

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



Poema Un Deseo de María Eugenia Caseiro



Un deseo de ríos y palmeras
me tiembla entre los dedos
enredándose
en la voz del tiempo
tan cansado
que va nombrando las calles
donde nadie ha pasado llorando desde entonces
y está en juego el recuerdo de la piña
fermentándose en las venas,
en mis labios que desean el azúcar,
o ese tiempo del regreso
al amarillo de un girasol despierto
centro de fieltro
encrucijando tiempos.

Contacto con María Eugenia Caseiro: buhowriter@hotmail.com



Poema Un Instante de María Antonieta Flores



un instante en la palma de mi mano
cada punta de mis dedos ungida por tu deseo
el collar de esclava cae
tiembla esa nube roja
el desierto se detiene



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