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Poema Vuelvo A La Noche de Mía Gallegos



De pronto vuelvo
a la noche
con mis zapatos de agua.

Me desnudo
en el lento
ejercicio de mis manos
y busco
solamente
un objeto mío,
un pequeño barco,
un cometa,
un circo de inventadas cosas,
figuras cotidianas,
tuyas y mías,
que amo.

Pero sé
que de pronto
me vuelvo inaccesible
y vuelvo a ser silencio
y llama oscura,
donde mi barco
se escapa de tu orilla.



Poema Visión Prismática… de Mercedes Roffé



Visión prismática, dividida, dispersa. Un no sostenerse en el lugar sino rodearlo y rodear el vacío que se deja.

Observación: un mantener viva la llama de una pura fe sin credo ni culto ni reliquia. Un mantenerse viva en la fe -un vacío.

Asíndeton. Aposición. La gramática como una anatomía. Teórica desnudez.



Poema Vio A Cristo… de Mercedes Roffé



Vio a Cristo amamantando a los perros. Vio un hueco en el lugar del corazón. Vio una parva de heno, una oreja de Dumbo, una cola de buey, un grano de sal gruesa, un hangar, un telescopio. Vio una batalla de ángeles y demonios en el fondo de la alberca. Y luego fue la lluvia, la lluvia. Enconada. Filosa. Intermitente. Las uñas de la Impaciencia tamborileando en la ventana. Los dientes de las horas farfullando el rosario del tedio.

(De: Memorial de agravios.
O de las cosas que han pasado en esta tierra)



Poema Vengo Del Viento de Mercedes Durand



Vengo del viento azul
Donde el jacinto
Sorprende en su temblor al lirio de agua.
Vengo en el viento
Y con el viento traigo
La voz delgada del Guarajambala,
El eco acantarado del Sumpul,
El dialecto azulino del Jibia
Y la música en flor del viejo río.
Del río de las barbas de esmeralda,
Del río que se extiende por los valles,
Del río que amortaja a los cadáveres,
Del río de la luz en las entrañas,
Del río viejo,
Del río sangre,
Del río indio,
Del río padre,
Del río río,
Del río Lempa?
Vengo en el viento
Y con el viento traigo
Suspiros de copal,
Aire de bálsamo,
Guirnaldas de esquinsuche
Y aliento de cacao?
Vengo del viento
Y con el viento traigo
La oscura ramazón de los caobos,
El canto melancólico del guauce,
La auora vegetal del maquilíshuat,
El jacamar y su plumaje huraño?
Vengo del viento
Y con el viento traigo
Un corazón de viento huracanado?



Poema Vesper Marino de Medardo Angel Silva



Rugió el lascivo mar a la manera
de un sátiro de barbas temblorosas,
al poner tu presencia en la ribera
tu gracia peculiar sobre las cosas.

Joyas raras y sedas olorosas
prestigiaban tu dulce primavera
y al deshojarse tus palabras era
cual si estuvieran deshojando rosas.

Hubo un silencio de éxtasis en todo…
el mar violento suspiró a su modo…
lloraron en las nieblas las esquilas…

Y me halló de rodillas el poniente
viendo abrirse los astros dulcemente
en el cielo otoñal de tus pupilas.



Poema Voz En El Desierto de Max Jara



Musa de juventud, que a la eterna distancia
del olvido dilatas tu perenne armonía,
el último vestigio de una ideal fragancia
hoy sube del jardín de mi melancolía.

Verdor de las praderas cuajadas de rocíos,
tu recuerdo minora la fatiga doliente
con que los corazones de ilusiones vacíos
se pierden en la noche pacífica y doliente.

Hoy que, mudas las voces de todas las virtudes,
me devora el supremo dolor del egoísmo,
purísima visión de muertas juventudes,
cómo pensar que un día naciste de mí mismo.

Cuando, tras horas crueles de fiebre y desaliño,
un minuto de paz me concede la suerte,
la visión melancólica de mis ojos de niño
me agobia con la enorme tristeza de la muerte.



Poema Verano de Matilde Alba Swann



Hay arena y hay mar, y un horizonte
que podría tocarse
con las manos.
Un instante canícula, vacío,
pescadores tan solo
que adivino
más allá de envoltura,
sal y espuma.
Sin embargo, me circundan
palabras y señales.
Voy en busca de mí; partí hace tiempo,
soy apenas,
la pisada brumosa en la memoria
de un distante hacedor
alto, trazando
nuevos seres, y nuevas borraduras.
El sol viene a quererme;
siento, dentro,
ronronear mi pureza primitiva.
Cae el párpado denso…
Las palmeras
reiniciaron su juego para estar durmiendo.



Poema Viajes (v) (de Ángeles Callejeros) de Marlon Meza Teni



Uno de los trabajos más difíciles para un ángel
es aprender a volar en el sueño de un moribundo.

***

Aquél ángel volaba lento
con las alas empapadas de sangre
y el llanto de una ciudad bombardeada.

***

Hay un rincón del sueño en donde mi recuerdo ha guardado
un pedazo del mediterráneo. Allí, sirenas y delfines juegan entre espacios de ángeles y mar azul. Es fácil verlos y sentirlos en el letargo
de mi almohada, pero no hay que padecer de estrellas del ocaso ni de barcos en la alborada.

***

El trabajo es miserable, decía uno.
Hay ángeles que de ida reemplazan a una cigüeña y de vuelta son buitres vasallos vestidos de muerte.

***

Los ángeles son los delfines del cielo.

***

Cuando descubrió que la religión era una mala pieza de teatro
aquél ángel vendió las alas para poderse pagar
una entrada que al final de la parodia
le dejara una salida.

El ángel verde de la montaña emigra
porque su vuelo no esta hecho a prueba de otoño.

***

Sobre la ciudad de los deseos
el ángel volaba más alto
para no ser aspirado por los bostezos de la niña
que siempre lo metía en un sueño de nidos, tijeras y jaula.

***

Aburrido, el ángel le diría que soltara la cola del cometa
porque a cambio le daría una pluma
para volar como el poeta.

***

Al llegar la noche
el niño se aferró a sus alas
para no caerse nunca más
de la cama.

***

Cría cuervos y te espantarán los ángeles

***

Murió sin querer enseñarme el secreto del viento
y yo me hice una almohada con sus alas
para soñar bien lo que siento
y caminar mejor lo que no vuelo.

***

Por muy buena que fuera
yo ya sabía que aquella ángel
sólo me llenaría de
lágrimas y tinta
el corazón.



Poema Ven A Mí de Marita Troiano



Ven a mí.
Desátame las manos.
/que llevo atadas
con unas cuerdas
de nudos minuciosos/
Seré para ti,
lo que nadie
Corazón y latido
Anzuelo y pez
Reflejo y espejo
Desierto y mar
Seré más
Te lo prometo
Seré todas las cosas que
tú quieras
El sol y la luna
Las duras piedras
Tal vez una laguna
Seré rayo
Seré centella
El perdón de los pecados
La resurrección de los muertos
/por amor/
por culpa de la blandura de espíritu
y la gloria en una vida perdurable en tu recuerdo
Amén.



Poema Vuelo Subterráneo de Mario Meléndez



Soy el objeto que soy
y a veces también soy otro y estoy lejos
sentado en agua y tierra
y en el eco de las lenguas ardientes
Y duermo, sí, duermo la colosal aventura
de la palabra humana acuchillada y ebria
sangrante en el recuerdo de los muertos
que parecieran venir de adentro
y sollozaran al verme escribir sus nombres
Y ahora, cuando sale de mi boca
esa tonada de lluvia y sol mojado
me recuesto por todas partes y respiro cicatrices
y recojo las migajas que le sobran a mi alma
y tengo frío
y me despierto en medio de las rosas
sin entender quien vive o ama todavía
Por eso es que mi ombligo no tiene edad
y sigo esperando el día de los besos perdidos
aún cuando mis uñas no tienen ganas
y mi cabeza está más triste y oscura que nunca
aún cuando mis sueños son anónimos
y mis huesos ya no encuentran
el murmullo de los siglos
Y vuelvo a deletrear cenizas
y vuelvo a perseguir mi sombra
y a este árbol que agoniza entre mis dedos
lo enterraré conmigo
y volaremos en espiral
como los dientes de algún resorte
y moriremos juntos, sin ataúd
como las cuerdas de una guitarra olvidada
y moriremos por siempre y será un premio
un premio a nuestros pies y a nuestra médula
un premio a nuestra antología de vidrio
Y lloraremos gusanos y lloraremos ratas
y lloraremos hormigas sin fecha y gatos de luto
y lloraremos sonrisas en los ojos ajenos
y negros bosques
donde una flor se arrancará los cabellos
Porque este cielo aún no me conoce
aún no oye el acorde que llevo en los sesos
no me conoce, y soy el objeto que soy
y a veces también soy otro y estoy lejos
y me extiendo por muros y calles
y pueblo estrellas
y dejo la luna en la mesa, sin avisar
y me emborracho a la salud de nadie
y me despierto en medio de las cruces
con una vigilia de araña
y con un beso dedicado a cada muerto
y a cada muerto un abrazo y un latido de tumba
y a cada muerto un suspiro
un trozo de mi antiguo corazón
que se derrama como un río de gemidos.



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