poemas vida obra y

Poema Y De Repente de José Acosta



(Aún hay un árbol en mi niñez
que siempre quise trepar)

Y de repente encontrar en mi memoria
el misterio de una puerta
que una vez no quise abrir.
Trasponerla y descubrir del otro lado
el otro destino que nunca tomé.
Verme, entonces, bajo la lluvia
de una ciudad desconocida
ignorando el amor de este perro
que silencioso sigue tras de mí.
Y sentir en mi inconsciente que esta calle
me conoce, y que, tras otra puerta que ahora
me detiene frente a sí, pueden estar
los objetos amados de otra casa mía
o el espanto de hallar de nuevo
la realidad del lugar donde siempre
he permanecido.



Poema Yo No Sé de Jorge Hübner Bezanilla



A mi hijo

Yo no sé si existen los ángeles,
pero sueño bajo sus alas transparentes.

Yo no sé si se vive después de la muerte,
pero mi madre sonríe en mis ensueños.

Yo no sé si la justicia se hará un día,
pero el Cristo vive en los ojos de los pobres.

Yo no sé si la razón es quien conduce,
pero un viento de Dios pasa en la historia.

Yo no sé si la luz sea una sola,
pero cierro los ojos para ver arco iris.

Yo no sé si mi cuerpo sea todo,
pero lo triza la luz de una estrella.

Yo no sé si tú escuchas a tu padre,
pero te mueve un verso que no he escrito.



Poema Yo Quiero Estar Desnudo de Jorge Debravo



Yo quiero estar desnudo, Dios, mi boca
se quiere desnudar como una loca,
quitarse la palabra que le has dado.
Mi corazón, mi vida, mi costado
se quieren desnudar también de todo.

Se quieren arrancar el viejo modo
de caminar por esta tierra triste;
ser como una mujer que se desviste
a pesar del calor, del miedo y todo!

Me quiero desnudar, Señor, del miedo
de no saber por qué me duele el dedo
cuando pienso en la muerte sin motivo.
Yo quiero estar desnudo más que vivo,

desnudo de rencor, de piel, de frente,
tener un corazón desnudo y rudo.
Cuando la muerte venga de repente
hallarme más desnudo que el desnudo.



Poema Yo No Sabría Decirte de Jorge Debravo



Yo no sabría decirte por qué amo
a todos los niños muertos,
a todos los ancianos
y a todos los enfermos.
Puede ser que mi alma sea tan blanda
que me la curve el viento.
Puede ser que yo escuche
la soledad de los que están muriendo.

Yo amo simplemente, hermana mía,
como si amar fue mi oficio eterno.
En este mismo instante yo te amo.
Amo tu voz, tu amor, tu pelo,
y sin embargo no sabría decirte
por qué llevo tu rostro
calado entre mis huesos…

Yo amo simplemente, hermana mía,
como si amar fuera mi oficio eterno.



Poema Yalentay de Jaime Augusto Shelley



Queda mucho de las sombras primeras.
El sol, espejo y humo, erecto,
achica su ojo tutelar y se mece,
inconforme, sobre las cosas de barro.

Yalentay, ensimismado, abre los brazos:
intenso invierno es su susurro.
Y sus hijos,
y los padres de esos hijos,
que también se han marchado,
doblan cabizaltos la memoria
y nieblan.

Yalentay, muy de mañana, se echa lloviznar.



Poema Y Ahora, Qué de Jaime Augusto Shelley



Antes lo creí
pero ya no.
El amor no es asunto de dos
ni de tres;
esto nos concierne a todos.

Si beso tus labios,
si nos decimos, adiós,
mi vida
,
habrá siempre
una voz arremetida, a empeñones
un grito como trueno,
un lamento, que diga
que no.

Toma tiempo, lo sé;
a distancia,
respira como un pensamiento
a solas;
Pero vendrá,
se necesita mucho
para aprender, de nuevo,
que el amor,
darse los buenos días,
decir te quiero,
no es un asunto de dos,
ni de tres,
Eso nos concierne a todos.



Poema Y Voy Y Vengo Incierto de Italo López Vallecillos



Me pregunto si nada ha cambiado,
si no hubo antes pájaros,
estrellas,
vientos y lluvias, nieves que fueran
blanco preludio de la infancia.

Me pregunto si las estaciones y los hombres
han sido siempre iguales, mudables
como la llama del espejo, violentos
como el dulce amanecer.

Me pregunto si no hubo antes una inocencia
como la que he conocido ahora,
ahora que has sido mía, y se han roto los milagros
y está desnudo el ritmo. Y la canción volcó su propio acento.
Ahora que el instinto halló su propia brida
y no ha quedado camino sin descubrir.
Ahora que somos tú y yo, nada más. Los dos sin ayer,
presencia de hoy, casi mañana.
Me pregunto si todo ha sido siempre así.
Desde Adán, desde Eva. O desde antes que ellos cayeran
en ese abismo, sin principio ni fin.

Me pregunto y no encuentro respuesta.
Nadie sabe
qué es el pájaro, qué es la estrella
qué es el viento, qué es la lluvia. Qué es la nieve.
Las estaciones ¿Qué son?
¿Qué es el hombre? Tampoco nadie sabe.
Tal vez por eso pregunto y voy y vengo incierto.
Y ando de misterio en misterio,
de color en color, de símbolo en símbolo, de sombra en sombra.
Y todo es una extraña melodía en esta selva
en la que estoy definitivamente perdido.



Poema Y Es La Muerte Presidiendo Mi Duro Gesto… de Isabel Roselló



Y es la muerte presidiendo mi duro gesto,
mi tiempo disperso en el escombro de las horas,
deshabitadas, las horas yacen muy pálidas,
como manos desnudas de caricias,
como grises tardes envenenadas de silencio.

El tenso vacío me desvive con calma,
se demora en mi cuerpo sombrío
el vasto atardecer ausente y tenaz,
el delgado hilo de la noche
se presenta desértico y curvo,
y ansiosamente hinca su negra dentadura
sobre mis pupilas calientes, y feroz
traza signos de fuego en mis párpados,
signos desprovistos de lenguaje,
un brutal concierto de antiguas voces,
de colores antiguos y música indecisa,
amplias desolaciones me lloran por el vientre,
por la frágil espalda, los quietos hombros,
las caderas combadas por la recia acometida
de la noche, que triste,
sepulta formas en silente combate,
calladamente, porque inocente dibuja
firmas de muerte sobre los cuerpos oscuros.



Poema Y Sobre Aquella Especie De Amuleto Plateado… de Inmaculada Mengíbar



Y sobre aquella especie de amuleto plateado
prendido en su chaqueta,
que me hizo esconder
?era un regalo de ella? a media noche,
no escribir un poema.



Poema Ya No de Idea Vilariño



Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.

Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.

No volverá a tocarte.

No te veré morir.



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