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Poema Paisaje de Yolanda Pantin



Estaba solo el día

El guardián de la planta desalinizadora
nos señaló el camino

Desde el cementerio veíamos
su camisa estridente

y el vago gesto de sus manos

Estas mujeres

El agua y el aire
habían desdibujado las inscripciones

sobre las viejas lápidas

Recuerdo de sus padres y de sus hermanos

Hay más muertos que vivos sobre la tierra
dijiste

cuando el chillido del ave rasgó el cielo
del poblado desierto



Poema Opio Corazón de Yolanda Pantin



He vuelto de nuevo al buzón

-así comienza el día
así termina-

como un rito sagrado
opio corazón

abrí la caja del apartamento 11-B
En el fondo

una tarjeta:

?Reparamos neveras torres calentadores
artefactos eléctricos?

primorosamente

en letra gótica

-Así comienza el día
así termina-



Poema No Disfruto Con El Baile de Yolanda Pantin



Qué escogencia la mía tan difícil

Si un perro es la barcina de mi casa
la misada que decía, gata
cuando todo era claro a mi entender qué terca
vivir en el pasado

En aquellos que he amado
están atrás mis padres
recordándome que no, que no son ellos

Y yo vuelvo y los abrazo a mis soñados
fantasmas: son mis dueños
Si veo llover es la lluvia de Turmero
No puedo evitarlo está en el aire
todo el pueblo

No es un goce ir a una fiesta
no disfruto con el baile
Es muy triste ya lo sé es una pena
el cuarto los recuerdos

Cuando afuera está la luz para cegarnos
yo no veo yo no siento
otra cosa que no sea lo sentido
en otro tiempo

pero es duro morir, cerrar las puertas



Poema Nadie Juega Montura De Palma… de Yolanda Pantin



Nadie juega montura de palma. Ni dan siquiera de beber a las bestias. Ni así tenemos casa. Ni somos. Ni aún seremos parte. Pájaro de árbol, jamás. Ni pasto nuevo. Rajadura donde filtra tu voz haciendo daño. De qué lugar o infierno esa palabra a morir. Y no poseo rincón, sitio de la tierra, reloj para esa hora, ni así donde guardarme. Cómo no volver. Volver mientras tachamos o estarnos en pie sobre el roto de marzo.



Poema Nada Por Más Me Arrancará De Mi Sitio… de Yolanda Pantin



Nada por más me arrancará de mi sitio. Igual fulgor me escupió de muerte cuando reía mi madre y todos. La paz es un minuto. Cierro las ventanas, las puertas antiguas de mi casa. Es un minuto. Tú, ellos, de las palabras, de los labios a las palabras recias. Lento, prolongado, insistente. No alcanzo más que golpear. En este sitio. La palabra a golpes desprendida. Volcada de revés. La calma es un minuto.



Poema Los Sueños de Yolanda Pantin



(en la boca de la noche)

El médico mira
dentro de mis ojos

me hace abrir la boca

Le cuento sueños
cruzaba una piscina con un niño al cuello

A veces me asalta
un hambre de miedo

devoro todo lo que encuentro a mi lado

El médico escucha
latir mi corazón

Asiente
con mucha seriedad

consulta un libro
encima de su escritorio

Estoy perdida

-Ya había mirado dentro de mis ojos-

Entonces
le cuento otro sueño

No todo mi corazón te ama
sólo la parte que está enferma



Poema Las Vacas (lyons La Foret) de Yolanda Pantin



Aquí, en la Normandie
fui inmensamente infeliz

A la sombra de las vacas tomé un coche

-vagaré por estos mundos
tan extraños tan profundos-

Sentí miedo
por los verdes diluvios

los cisnes en los lagos
un camino serpenteante

-Lloraba en los brazos
de la Francia impenetrable-

Nunca más veré este cielo
ni estas vacas de tersas orejas

Les dije: adieu

rumien hermosas también
sus dulces sueños

del prado al establo

En el bosque
miré al cielo

donde Dios habita
mudo imperturbable

– Dios es bueno-

Las vacas mugían locas de miedo

Quise acariciar la pelambre de sus pechos
susurrar a las orejas tatuadas de metales

-registros sementales
fríos rendimientos-

Nada es puro
en esta noche

ni estos animales

-tontas vacas en las verdes colinas

pienso en ustedes
sin nostalgia

rumiando conmigo la última cena



Poema Las Palmeras De Los Caballos Rojos (córdoba) de Yolanda Pantin



Si te invitan a viajar y aceptas,
aceptas la razón de quien te halaga.

Serás eso que desean, en cualquier parte:
poeta o poetastro,

algo representas para ellos.

Entre un viaje y otro,
distraes la conciencia de tu gran fracaso.

O no fracaso, no, la angustia adolescente,
¿quién soy? que no ha cesado.

¡Acepta las invitaciones a viajar!
¡La vida es un viaje!

Y cuando todo acabe,
labrada tu soledad pacientemente,

si alguien te preguntase
como Pessoa a Alvaro de Campos:

-¿Amaste?

(qué inútil todo)

entenderías
que si alguna razón de la existencia hubiese,

la habrías desdeñado.

Nota: En Las palmeras de los caballos rojos resumo un diálogo imaginado por Antonio Tabucchi entre Alvaro de Campos y Fernando Pessoa que forma parte del relato Los tres últimos días de Fernando Pessoa traducido por Carlos Gumpert M. y Xavier González Rovira:

?¿Has amado de verdad a alguien?, susurró Pessoa.
He amado de verdad a alguien, respondió en voz baja Campos.
Entonces yo te absuelvo, dijo Pessoa, te absuelvo, creí que en tu vida sólo
habías amado la teoría.?



Poema Las Ciudades Invisibles de Yolanda Pantin



?Las ciudades, como los sueños, están construidas de
deseos y de miedos
.?
Italo Calvino

Escribir sobre el amor
los ojos calmos de Verona
-poesía eres tú-
Imaginar una ciudad invisible
como ella
reflexionar sobre la muerte
y la fotografía
Ser fiel y atento
a todo lo que en ella se niega
suspicazmente
tácita y oblicua
recordar
-sobre todo-
que aquello que se ama
no existe



Poema La Infancia Es Una Gracia… de Yolanda Pantin



La infancia es una gracia que me fue desprendida. Aquello que se viene me devuelve persona con brío de reír. Ya no tengo memoria para el nombre del árbol y semilla tallada. Ni de aquel que resiste con caballos en las palmas y tiene a cada lado una rienda tejida. Lo cierto más oscuro, cuando divago y pregunto, háblame de aquello, de las cosas sucedidas, cuando antes: la rudeza de sentarnos en las sillas de madera.



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